2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.
Para enmarcar. Por alguna vía en el "cerebro universitario" de Doonga, cuando a esta clase de posts no se le hace caso, es porque no se tienen argumentos. Me recuerda la "apologética elbiana".
PD: Ya dejen de creerse que las descalificaciones personales a que están acostumbrados pasan inadvertidas por los que leen este foro. Los deja muy mal parados ... contrario a lo que pasa por las mentes de Uds. Han perdido el sentido común.
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.
Al igual que en el asunto de la segunda venida, aquí Jesús también yerra.
Como cualquier hombre, no conocía el futuro.
“Y Jesús les dijo: De cierto os digo que, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido os sentaréis también sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Mateo 19:28)
La Verdad nos hará libres.
Si a las cifras manejadas por el evangelio le quitamos un cero, es posible que nos acerquemos a la realidad.
“Entonces sus discípulos le dijeron: ¿Dónde podríamos conseguir nosotros tantos panes en el desierto para saciar a una multitud tan grande? 34 Entonces Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. 35 Y mandó a la gente que se recostase en tierra. 36 Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la gente. 37 Y comieron todos y se saciaron; y de lo que sobró de los pedazos recogieron siete cestas llenas. 38 Y los que comieron fueron cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.”
(Mateo 15:33-38)
Bonita historia, pero bastante exagerada.
La densidad de población era bastante menor que la actual. Parece excesivo reunir, en aquel entonces, cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños.
¿Qué hacían en el desierto cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños?
¿Nadie de los cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños, reparó que estaban en un desierto sin alimentos?
¿Nadie de los cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños, tenía obligaciones laborales?
Y parece ser que llevaban tres días siguiendo a Jesús.
Hay otra narración parecida, pero esta vez con cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Cabe preguntarse si alguno de estos nueve mil hombres, sin contar mujeres y niños, estaba entre el pueblo que pidió la liberación de Barrabás.
La Verdad nos hará libres.