Jueves 11 de enero
¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas.
Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas
(Rev. 21:5).
Ahora más que nunca, tenemos la responsabilidad de predicar las buenas nuevas del Reino, pues el fin se acerca (Mar. 13:10). Es evidente que el mensaje que llevamos destaca la bondad inmerecida de Jehová. Y es importante que recordemos este hecho cuando predicamos. Nuestro objetivo al hablar con las personas es honrar a Jehová. Lo conseguiremos si les mostramos que las bendiciones que Dios promete para el nuevo mundo son una prueba de su maravillosa bondad. Al predicar, expliquemos que, cuando nos gobierne el Reino de Cristo, la humanidad se beneficiará por completo del sacrificio de rescate y alcanzará gradualmente la perfección. La Biblia declara: “La creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Rom. 8:21). Esto solo será posible gracias a la extraordinaria bondad de Jehová.
REFERENCIA w16.07 4:17-19
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)