No, yo no prometo un lugar especial en mi corazón como símbolo de lo que pueda sentir por nosotros, ni siquiera es por ti, es por lo que somos cuando estamos juntos y por lo que podríamos ser.

Lo que ofrezco es otra parte de mi anatomía, de naturaleza carnal. Mi pXXX XXXXXX ligeramente ladeado a la izquierda. Funciona directamente con la sangre que bombea el corazón y va acompañado de los pensamientos necesarios para comprometer la gran mayoría de mis eyaculaciones futuras a tu persona, fotografía o recuerdo.


Eso ya es prometer algo que nunca le he ofrecido a nadie. Si tenemos la suerte de prevalecer tras los problemas del día a día entonces quizá estés en un lugar nuevo y maravilloso, que valga la inversión de tu vida.