Sí. Dios mora en un lugar concreto: los cielos. Observe, por ejemplo, lo que dicen estos pasajes bíblicos:

En una oración, el rey Salomón le suplicó a Dios: “"Dígnate escuchar tú mismo desde los cielos, el lugar establecido de tu morada"” (1 Reyes 8:43).

Cuando Jesús enseñó a sus discípulos a orar, comenzó de esta manera: “"Padre nuestro que estás en los cielos"” (Mateo 6:9).

Cristo, después de resucitar, entró “"en el cielo mismo, para comparecer [...] delante de la persona de Dios"” (Hebreos 9:24).

Estos versículos muestran claramente que Jehová Dios es una persona real que reside en el cielo, y no en todas partes, como algunos creen.