Antes yo era otro.
Llevaba sobre el corazón
un clavel y en los ojos el
amor de una mujer de pueblo;
y antes de eso fui otro, también.
Tenía los ojos rojos de furia y
disparaba contra el enemigo
y aún antes de eso fui otro más,
pero de ese ya no me acuerdo y
es esa pena por no saber quién fui
la que se une a la pena que tenía cuando
era ese que no recuerdo.
Pena por el olvido de otro que fui quien
sabe hace cuánto.

La suma de estas tristezas está haciendo
que yo me desvanezca y, en otras vidas, este
que soy ahora no será recordado y el que seré
llorará por eso.

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