EL tamaño...me vale

[CHESPIRITO]

Por primera vez en nuestra historia, empezamos a pelear. Fue muy duro verla llorar.

Pero yo sabía que estábamos en un momento crucial, o era el vergudo o era nuestro amor.

Después de un rato de silencio, me comento que a estas alturas, ya no lo deseaba, pero que no sabía cómo negarse.

- no me digas eso, simplemente mándalo a la chingada, no te acuestes con él y solito va a tirar la toalla.

- ok, te lo prometo, que voy hacer mi intento por que no vuelva a tocarme.
No sé por qué, pero no le creí, algo dentro de mí me decía que ella disfrutaba mucho la verga de este cuate.

- Muy bien amor, desde hoy no vuelvo a tocar a mi esposa, espero lo mismo de ti.

Pasaron los días. Cada día era más intenso nuestro compromiso, incluso nos planteamos la posibilidad de montar un despecho (negocio) juntos, con su experiencia y la mía podríamos dejar de trabajar para otros.

Empezamos hacer investigaciones de nuestras posibilidades de arrancar lo antes posible con algo propio. Era complicado porque seguíamos trabajando para aquella empresa, pero nos dábamos tiempo.

Algunas veces que empezamos a conseguir las futuras oficinas e incluso clientes potenciales para nuestro despacho contable y administrativo, me di cuenta el impacto que tenía con los hombres; ningún cabron le negaba nada.

Llegamos a tener un pacto de que ella con sus atributos, iba a conseguir todo lo que se necesitara coqueteando sutilmente a los hombres, por supuesto sin aceptar jamás algo indebido. Nos funcionó a la maravilla.

A ella se le hacía maravilloso ver que yo no era celoso ni posesivo.

- Contigo siento una libertad que nunca he sentido con el - llego a comentarme emocionada.

Seguíamos cogiendo, casi siempre era sexo anal, ella lo adoraba, a mí me súper calentaba, pero yo no me sentía completamente hombre, yo seguía deseando llenar su vagina y hacerla tener un orgasmos, algo que todavía no lograba.

Estaba seguro que al paso del tiempo, sin que fuera penetrada por semejante animal, su musculo vaginal tomaría fuerza de nuevo.

El problema es que ella eludía mis preguntas con referencia a su fidelidad sexual. A mí no me quedaba otra que creerle.

SIGUE....

[CHESPIRITO]

Tristemente un día, aun estando en la antigua oficina y casi a punto de iniciar nuestro negocio, llego un arreglo floral.

El joven que lo llevaba, pregunto por ella, en ese momento no estaba, así que recibí el arreglo, comprometiéndome a entregárselo.

Por supuesto que leí la nota que acompañaba aquel hermoso ramo de flores, sé que no debía hacerlo, pero lo hice.

Decía; “Gracias por la hermosa noche que me regalaste” y lo firmaba su esposo.

Quise destruir rosa por rosa, hoja por hoja, tragarme las espinas.

Esa nota me decía claramente que seguía cogiendo con él, pero además que los disfrutaba.

¿Dónde quedaba nuestra promesa, en que momento llegue a ser tan pendejo para dejar a mi esposa caliente tantas noches? porque yo si cumplí cabalmente nuestro pacto

Espere con tanta rabia, que incluso pensé mejor en retirarme, sabía que la iba a insultar, que todo estaba a punto de terminar.

Pero no quería, la amaba tanto que dentro de mí, sabía que al final la perdonaría.

Arranque la tarjeta del arreglo floral, me senté a esperar que llegara.

Les juro que yo deseaba que se me pasara el coraje, que me pudiera contener y no echar a perder nuestra relación, pero cuando alguien te pega con lo que más temes y dice que te ama, no es posible comprenderlo.

Ella sabía perfectamente mi trauma, este pene pequeño, que nunca la había llevado al cielo. Sentí como mis lágrimas estaban a punto de brotar, no debe de verme llorar. No puedo verme débil.

Me levante, volví acomodar la tarjeta en las flores y preferí salir.
Cuantas veces tuve problemas con mi esposa, incluso, la pobre llego a pensar que presentaba problemas de impotencia, me consejo que viéramos un especialista y todo por cumplir mi compromiso con Elisa.

¿Donde estaban esos sueños de hacer una vida juntos, como podría vivir con alguien que la domina su vagina? y yo no puedo darle ese gusto.

Sé que llego a la oficina, que vio el arreglo y por supuesto la nota en esa tarjeta. Es muy inteligente, supo que la vi y que ese era el motivo de mi ausencia.

Llamo y volvió a llamo a mi celular, dejo varios mensajes, mismos que yo tenía miedo escuchar.

Salí a caminar sin rumbo, a meditar, a prepararme para perdonar, al fin si de algo estaba seguro, es que no podría vivir sin ella.

Paso el fin de semana sin que pudiéramos hablar, no me sentía con las ganas de hacerlo por teléfono.

Espere al próximo lunes a verla en persona.

Llego guapísima, con un vestido entallado, súper maquillada, realmente hermosa.

Eran los últimos días en esa empresa, ya habíamos rentado oficinas para nuestro negocio.

Ella no se había atrevido a comentarlo con su esposo, era nuestro plan secreto, pero algo tan obvio, como el de ya no trabajar en donde dices que trabajas, no se puede ocultar.

Eran momentos de definición para nuestro futuro. Y ahora teníamos atorado este problema.

SIGUE...

[ichazu]

Noooo.. No pongas tanto suspenso sigue

[Violetta]

Hola VIOLETA, te respondo a tu pregunta.
Los hombres somos creados en un entorno social muy complejo; tenemos que ser mas hábiles, inteligentes, musculosos, deportistas, guapos, románticos, humanos y de paso...Ricos que otros hombres, quizás el principio de esta competencia es el tamaño de nuestro pene.

Es algo que quizás las mujeres no comprenderían, por que son tan lindas que no lo vuelven su prioridad en la vida, pero los hombres, tristemente si.

Y no es el pene, es todo lo que tienes que competir para sobresalir.
Por supuesto que no todos entramos en ese juego.

Algunos se dan por vencidos antes de competir por que es mas fácil ser aceptados como son, aunque es causal de muchos divorcios. Pero ustedes nos recuerdan que no debemos de darnos por vencidos, en algo tenemos que sobresalir para que nos sigan amando. Desde mi punto de vista, la mejor competencia y donde todos podríamos ganar; es ser los mejores padres y esposos.

El tamaño de que?...tu elije.

P.D. Leo lo que escribe FRANK 26...y veo a un hombre buscando su tamaño.

Totalmente de acuerdo, si te esfuerzas en ser el mejor padre y esposo, no tendrás competencia, o igual y sí, pero tu mujer no tendrá ojos para nadie más.

Gracias, Chespirito, no te había leído.

[CHESPIRITO]

Saludo VIOLETA.

[CHESPIRITO]

Saludo ICHAZU

[CHESPIRITO]

Vi que ella entro a nuestro privado, se acercó a mí, su perfume y su erotismo inundo la oficina.

Mi verga se paró de inmediato, de solo pensar en aquel cuerpazo bajo la tela del vestido.

No hubo palabras, no besamos, la voltee e incline en el escritorio, baje su diminuta tanga y casi de golpe la penetre por la vagina.

Aun no lubricaba, así que la piel de mi pene con su piel, se atoraba, causando una sensación un tanto dolorosa.

Sabía que no podríamos estar mucho tiempo en esa posición, sobre todo que muchas personas llegaban sin previo aviso.

Mi verga entro en ella prácticamente por mis embestidas, pero fue más que nada un grito de macho herido, una intensión de marcar mi territorio.

Nada más alejado de la verdad, porque mientras yo la penetraba, y solo le causaba molestia, su esposo la hacía llorar pero de placer.

No termine, no eyacule, porque solo fue un impulso, además el sitio que estaba destinado para ser el receptáculo de mi semen, era hasta ese día, su ano.

Tenemos que hablar, me comento mientras se subía la tanga.

- Claro que tenemos que hablar - respondí.

- Pero no puede ser aquí, necesitamos hacerlo en un lugar a solas.

- Ok, lo hacemos la hora de comida, ¿te parece? - claro - respondió.

Durante toda la mañana, la vi seria, pensativa, y yo sentía miedo, como si el que hubiese fallado era yo. De ese tamaño la amaba.

La hora llego, salimos juntos al pequeño restaurante cercano.

Yo estaba sumamente nervioso, tenía la boca reseca, mis manos sudorosas, ahora ella dominaba la situación, a pesar de su culpa.

¿Te acostaste con él verdad? Comente con la poca valentía que me quedaba.
- Si - contesto con la mirada clavada en la mesa.

¿Tanto te gusta? Ya empezaba a retomar mi molestia.

- No, no es eso.

¿Te violo o te embriago? Pregunte con un toque de ironía.
- No, por supuesto que no.

¿Entonces que chingados sucedió? - y no me mientas, ten el valor de decir la verdad, ya que de no ser por la tarjeta, te hubieras quedado callada y yo de pendejo, nunca lo habría sabido.

- Lo que paso, fue que ese día le comente que teníamos, tú y yo, la intensión de poner nuestro propio negocio.

Se puso furioso, me recordó su prohibición de poder ser tu amiga, mucho menos ser socios.

¿Y? cuestione ya más tranquilo.

- Me dijo que algo pasaba entre tú y yo, que él había notado mi apatía al sexo, que nuestro matrimonio era más importante que cualquier negocio, que iba a conseguir dinero para montarme el negocio.

Incluso me pidió que no regresara a trabajar
- Me negué, lo mande a volar, me amenazó con matarte.

¿Pero lo sigues disfrutando?

- Ya por favor, deja de molerte, deja de hacer preguntas estúpidas.

- Tú no eres el único que sufre - grito llorando sin importarle las pocas personas que estaban en el restaurante.

Sentí pena por mí mismo, fue una bofetada, me despertó de mi actitud de víctima, de mi autoflagelación por mi verga pequeña.

Era como despertar a darme cuenta que a ella realmente no le importaba mi concurso mental de falos, estaba sufriendo por conceptos más importantes que la carne, se trataba del amor de su vida…yo.

Me levante, la abrace desde la espalda.

- Perdóname amor, por favor perdóname - suplique.

Toda aquella molestia que llegue a sentir por haber intimidado de nuevo con su esposo, se me desvaneció.

Vi su sufrimiento por haberme fallado, pero también vi que mi trauma no me dejaba ver más allá de mis 13 centímetros de pene.

Su cuerpo se sacudía con los espasmos del llanto. Era como si algo mas grave hubiese sucedido.

SIGUE...

[CHESPIRITO]

¿Acaso te volvió a golpear?

- No, más bien quería buscarte para enfrentarte y reclamarte.

- Lo hubieras dejado, no me importa…por supuesto que le hago frente.

- Tú no conoces esta familia, son de peligro, el padre tiene mucho dinero.

- También ellos se mueren, el dinero no los libra de la muerte. Replique

Ella solo movió la cabeza, en señal de desaprobación. La seguía abrazando y me pidió que la soltara. Comprendí que me estaba portando como un imbécil, inmaduro.

- Bueno, no creo que merezcamos llegar a tanto, debemos de ser más inteligentes que su dinero y cualquier problema que se genere - replique tratando de enmendar mis niñerías.

Entonces sin soltar mis manos, me pidió que me volviera a sentar, viéndome directamente a los ojos, me dijo;

- Amor, no sabes cuantas veces he pensado el por qué no te conocí antes que a él, haber sido tú, mi primer y único hombre.

- Porque se cómo te ha dañado mi relación con él, tu inseguridad me mata, me duele más que a ti, pero quiero que sepas que en mi corazón, tu rompiste el himen, nadie antes pudo hacerlo, sin importar el tamaño de su pene, siempre, siempre, vas a ser mi primer hombre.

Su llanto no le permitía hablar, sentí mis propias lágrimas correr a raudales, nos fundimos en un abrazo fuerte llenos de emoción y dolor.

- Olvídalo, no llores por favor, no llores, todo va a estar bien.

Ella simplemente se levantó, me beso la frente por unos segundos, mismos que permitieron que sus lágrimas cayeran sobre las mías.

Quise detenerla, pero no me dejo, simplemente dio la vuelta…y salió.

SIGUE....

[CHESPIRITO]

Incluso en estos momentos que lo vuelvo a recordar, estoy llorando.
Ella sabía que no iba a volver.

Yo me di cuenta al pasar los días, no tomaba mis llamadas, no volvió a pararse al trabajo.

Mis correos, de seguro los leía pero no contestaba ninguno.

Ahora tomaban mayor sentido sus palabras y sus lágrimas:

“- Amor, no sabes cuantas veces he pensado el por qué no te conocí antes que a él, haber sido tú, mi primer y único hombre… “

Era su despedida, ese sentimiento, esa forma de verme directamente a los ojos, me decía sin decirlo que era el adiós. Y yo lo sentí, pero no lo entendí.

No me conforme, seguí con el plan original. Rente la oficina que sería la guarida de nuestro amor y negocio. Busque el departamento para vivir con ella, pero sin ella.

A diario pensaba que me llamaría, que contestaría algún correo pero no fue así.

El día que me entregaron las oficinas, fui a ver la disposición de espacios para nuestros muebles, pero ella no estaba, ni siquiera habíamos tenido algún tipo de contacto en 22 días.

Fui con el sueño de tener todo listo para cuando ella regresara, como si de eso dependiera retomar su interés en mí.

Llegue, abrí las puertas, vi el local vacío, polvoroso, triste. No se parecía en nada cuando juntos lo fuimos a valorar. Recuerdo que aquel día tuvimos sexo parados en el baño.

Me senté en el piso, agache mi cabeza entre mis piernas y en ese momento me di cuenta que ya no quería seguir adelante, que sin ella no tendría caso iniciar el negocio, no tendría caso nada.

En mi trabajo, ya me habían liquidado. Tenía 5 días de haber dejado de ir, así que decidí cerrar el local e ir la a buscar.

Por supuesto que tenia una idea vaga dónde vivía, pero por respeto no me había parado ni siquiera cerca de su casa.

Ese día tenía que ser diferente, ya no me importaba nada, quería que frente a frente me dijera que ya no me amaba, que prefería al esposo y su extraña relación con él.

SIGUE...

[Humanista1]

Estoy mordiendome las uñas!

Saludos!