Tu mismo te respondes
Buzca en el diccionario
de la Real Academia Española
azar
Del ár. hisp. *azzahr, y este del ár. zahr 'dado1'; literalmente 'flores'.
1. m. Casualidad, caso fortuito.
Y la tierra no paro por casualidad a la distancia exacta del sol
de la luna
para sostener vida
Real Academia Española
Última edición por KIMO; 20-oct.-2019 a las 08:00
Dice: Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre,
Si Jesús dijo eso, es que así fue. ¿No le crees a Jesús?.
eSE ES EL TOPIC
Lo que es el infierno
el infierno es
SEPULCRO
HOYO
SEPULTURA
PROFUNDO
Y como los muertos no sienten nada
y no tienen nervios que transmitan dolor no pueden ser atormentados
el fuego y el tormento son símbolos de otras cosas
INFIERNO
Palabra que emplean la traducción católica Torres Amat, la Versión Valera de 1909 y otras para traducir el término hebreo scheʼóhl y el griego hái·dēs. Torres Amat no es consecuente en la traducción de scheʼóhl, pues lo traduce (a veces con añadidos en bastardillas) “infierno(s)” 42 veces; “sepulcro” 17 veces; “muerte” 2 veces, y “sepultura”, “mortuorias”, “profundo”, “a punto de morir” y “abismo” 1 vez cada una. En la Versión Valera de 1909, scheʼóhl se traduce “infierno” 11 veces, “sepulcro” 30 veces, “sepultura” 13 veces, “abismo” 3 veces, “profundo” 4 veces, “huesa” 2 veces, “fosa” 2 veces y “hoyo” 1 vez. Esta misma versión siempre traduce hái·dēs por “infierno(s)”,
ÓPTICA JUDÍA INICIAL
El judaísmo, al menos inicialmente, creía en sheol, que se describe como una existencia sombría a la cual todos eran enviados tras la muerte. El Sheol pudo haber sido poco más que una metáfora poética de la muerte, de la ausencia de vida, y no se refiere a una vida después de la muerte. En el Antiguo Testamento no se amenaza a los pecadores con ninguna vida de sufrimiento después de la muerte.
Pero en (Ezequiel 32:17-22) la escatología judía distinguió después entre un lugar especial para los justos y otro para los condenados o réprobos. Desde el siglo II el Sheol equivale, para los rabbanitas, al Gehena. También se conoce como Sheol-Abbadón, por este ángel del abismo que representa el mundo de ultratumba (Job 28:22) y se traduce como 'perdición'. La religión judía negaba cualquier vida después de la muerte. También la Biblia en el libro de Números 16:30 habla de Coré y sus seguidores quienes fueron enviados vivos al Sheol cuando se rebelaron contra Moisés y Aarón. Posteriormente empezó a introducirse la idea de resurrección. Había en el judaísmo dos corrientes: los fariseos creían en la resurrección y los saduceos la negaban. Pero la resurrección se entendía en una forma terrenal: se resucitaría para volver a llevar una vida terrenal. Sólo resucitarían los buenos. El castigo de los pecadores era la 'muerte eterna', que no era el Infierno ni ningún sufrimiento de ultratumba, sino la ausencia de resurrección.
ÓPTICA GRIEGA
Averno era el nombre antiguo que se le daba, tanto por griegos como romanos, a un cráter cerca de Cumas, Campania. Se creía que era la entrada al inframundo, a los Infiernos. Según el escritor griego Diodoro de Sicilia, el Averno sería un lago oscuro e inmenso.
Los griegos creyeron que las almas de los muertos permanecían en el Hades, al que se llegaba después de atravesar la laguna Estigia. Allí no sufrían otro tormento que el de su exilio y separación de sus seres queridos. Algunos podían mostrarse arrepentidos de sus faltas, como lo imagina Homero, en su poema Odisea que hace descender a su héroe al Hades. Odiseo habla allí con sus camaradas muertos en la guerra de Troya y con su propia madre.
El Hades de los griegos está regido por el dios del mismo nombre, hijo del titán Crono. Aunque puede ser cruel, Hades no es maligno. Los romanos le adoptaron como Plutón, y además de otorgarle el reino de los muertos, le dieron la custodia de los metales preciosos bajo la tierra. Los griegos poblaron el Hades de otros seres mitológicos, como las Furias y las Moiras. Las primeras habitaban bajo la tierra pero solían atormentar a los malos en vida. Eran mujeres con cabellera de serpientes, llamadas también Erinias. En cuanto a las Moiras (llamadas en Roma Parcas), su tarea era hilar el hilo de la vida de cada mortal y cortarlo en el momento justo. Hades estaba acompañado también por Cerbero, perro de tres cabezas, y por Caronte, el barquero que conducía las almas hacia el mundo subterráneo
ÓPTICA PERSA
Libro de Arda Viraf
Por su devoción, Wīrāz es escogido para emprender un viaje al más allá a los efectos de verificar la verdad de la fe zoroástrica, luego de un período de confusión en la tierra de Irán, debido a la presencia de religiones extranjeras. El personaje bebe vino junto con soma, un alucinógeno y así su alma viaja hasta el mundo de los muertos, donde es recibido por una hermosa mujer llamada Dēn, quien representa su fe y su virtud. Después de cruzar el Puente Cinvat es conducido por Sraosha, el Devoto, y Atar, el Ángel, a través del "sendero de las estrellas", el "sendero de la luna" y el "sendero del sol", sitios externos al cielo reservado para los virtuosos que, no obstante, han incumplido los preceptos del zoroastrismo. En el cielo, Wīrāz se encuentra con Ahura Mazda, que le muestra las almas de los bienaventurados (ashavan, término alternativo en pahlavi de ardā5). Se describe cómo cada persona vive allí una versión idealizada de su vida en la tierra, ya sea como guerrero, agricultor, pastor u otro oficio.6 Guiado por sus acompañantes, desciende entonces al infierno donde se le muestran los sufrimientos de los réprobos. Una vez completado su viaje onírico, Ahura Mazda explica a Wīrāz que el zoroastrismo es la única vida recta y que así debe vivirse tanto en la prosperidad como en la adversidad.6