Iniciado por
Elohim00
MEDITACIÓN SOBRE LA VÍRGEN DE LOS DOLORES
Simeón en su profecía le dijo a la Vírgen María que una espada de dolor atravesaría
su corazón. Efectívamente así fue. María fue testigo visible de la Pasión de su hijo Jesús.
Lo vió cuando iba cargando la Cruz, lo vió cuando lo crucificaron, cuando lo alzaron
en alto y lo dejaron colgado de la Cruz, se quedó al pie de la Cruz y fué testigo
de las tres horas que su hijo Jesús agonizó en la Cruz, vio cuando su hijo Jesús
expiró y murió en la Cruz, vió cuando el soldado romano le clavo la lanza en el costado
de su hijo, recibió en sus brazos el cuerpo sin vida de su hijo Jesús y estuvo presente
cuando sepultaron a su hijo Jesús.
¡Oh María, que grande fué tu sufrimiento, al ver con tanta impotencia, como mataban
a tu hijo! ¡Tu sufriste, junto con tu hijo, su Pasión!
¡Te acompañamos en tu dolor, oh Madre de Cristo y Madre nuestra!
Ahora bien, ponganse ustedes hermanos en el lugar de María.
¿Que sentirían ustedes al ver que les mataran a sus propios hijos?
Tal fué el dolor de nuestra Madre, y con ello se cumplía la profecia de Simeón.
Meditemos pues los dolores de nuestra Santa Madre Maria y que esa meditación
nos sirva para ser mejores cristianos en nuestra vida diaria.