¡Gracias Aquiles Brinco! Añado estas meditaciones que se me ocurren sobre el tema:
Hacia finales de los años 30 del pasado siglo, el presidente Làzaro Cardenas acogió a un grupo de niños españoles victimas de la “Guerra Civil” de ese país. Asilo que se extendió a catedráticos, artistas y profesionales de alto nivel. La opinión mundial en general vio dio su aprobación considerándolo como “acto humanitario”.
La verdad es que no fue una acogida para una minoría seleccionada. Fue una llegada masiva de españoles, la que llego a Mexico. Se intento contentar a la opinión publica al afirmar que “era gente de prestigio”. Impregnada por la política del momento esa opinión publica, se dividio en dos bandos. Unos alababan a los “rojos”. Otros los condenaban.
Los hispanófobos llamaron “gachupines” a los recién llegados. Los relacionaban con el “encomendero explotador” El grupo malinchista otorga calurosa bienvenida a lo que denominan “tranfusion de sangre hispana tan necesaria para la sociedad del momento”. Lo cierto es que el presidente Cardenas zanja la cuestión al declarar que hacen falta en Mexico obreros especializados en agricultura, pesca y tecnología.
La realidad (a mi juicio) es que esta llegada no se trata de personajes heroicos ni de sabios. Tampoco de gente temible con historial de asesinatos y robos. SE trata de gente del común que las circunstancias han obligado a inmigrar a Mexico.
En circunstancias de normalidad, el país receptor es normal que pida al inmigrante un minimo de conocimientos para la acogida. No me refiero solamente a los profesionales, sino de cultura, lengua, legislación o los que considere oportunos. En el caso de Mexico hacia España, la lengua, salvo quizás pequeñas variantes es la misma. Del resto atendiendo a las especificas circunstancias belicas en que se produce la inmigración se pueden obviar, bajo condición de que las aprenda en su estancia en el tiempo mas breve posible. Incluso se podría imponer exámenes a fechas determinadas.
Hago esta observación porque la cultura mexicana es desconocida en España. Me aventuraría a decir que la prueba la tenemos en el Foro. En cambio por rechazo o exaltación (los menos) de lo que supuso “Nueva España “y la larga lucha por la Independencia, la “cultura española” esta viva. Unamuno, escribe:” Aquí en España realmente casi nadie se interesa en los asuntos de Hispanoamerica o concibe como algo importante a la gente de America. Los hombres de letras casi nunca abren un libro americano.-Los periódicos de America, si es que los reciben en España, no son leidos. Esta es la pura verdad (…..). Aquellos que hablan de la unión con Hispanoamerica usualmente no saben ni donde esta Paraguay o si Bogota es un puerto marítimo”.
La ideas de America estaban viciadas por el hispanismo. Se planteaba la existencia de una comunidad o “raza” trasatlántica que distingue a todos los pueblos que en un momento de su historia pertenecieron a la Corona española. Rechazaba las contribuciones aborígenes para la conformación de las nuevas naciones. Niega el valor de las culturas indígenas.
Hago la observación, de que al tomar apuntes para escribir el aporte, me encuentro con Salvador de Madariaga. Es un escritor español que residio en Mexico. De sus vivencias, salio uno de sus mejores obras “Corazon de Piedra Verde”. Lo cito aquí no por su obra literaria que merece espacio aparte. Lo hago por su denostado empeño en que Mexico se escriba con jota, en vez de con X. La sorpresa del encuentro no me permite el enjuiciar una opinión definitiva. Si aventuro la idea, de que es debido a equilibrar la cultura indígena con la hispana. Que el brazo de la balanza esa fiel hacia las dos partes y no se incline mas hacia el otro lado. Cuando escribia esto, el mundo se hallaba en plena etapa de “nacionalismos”. Debo hacer notar que Madariaga no estuvo en Mexico como inmigrante. Lo hizo como embajador de la Republica, cuando tomaban auge los facismos. Cuahtemoc (Aguila que desciende del Cielo…¡Cenando con Hernan Cortez!