Humm, vamos a ver
lo que dicen las escrituras

Tu mismo fue el que dijo que eso es mi imaginación,

Los ángeles que abandonaron su lugar de habitación en los días de Noe
son los mismos, los demonios que no obedecieron a Jehova Dios

(1 Pedro 3:20) que en un tiempo habían sido
desobedientes
cuando la paciencia de Dios estaba esperando
en los días de Noé
,

La expresión hijos del Dios verdadero
aparece también en Job 1:6,
donde obviamente se refiere
a los hijos celestiales de Dios reunidos ante Su presencia,
entre los que apareció Satanás
,
que venía de discurrir por la tierra y de andar por ella.
(Job 1:7; véase también 2:1,2.)

(Job 2:1, 2) Después llegó a ser el día
en que los hijos del Dios [verdadero]
entraban para tomar su puesto delante de Jehová,
y Satanás también procedió a entrar allí mismo
entre ellos para tomar su puesto delante de Jehová.

2 Entonces Jehová dijo a Satanás:
“¿Y tú, de dónde vienes?”.
Ante esto, Satanás respondió a Jehová y dijo:
“De discurrir por la tierra y de andar por ella”.


También los hijos de Dios que gritaron en aplauso
cuando Él colocó la piedra angular de la Tierra
(Job 38:4-7)
eran hijos angélicos
y no descendientes de Adán porque aún no*había sido creado.


Del mismo modo, es evidente que los hijos de Dios
mencionados en el Salmo 89:6
también son criaturas celestiales, no*humanos.

(Job 38:7) cuando las estrellas de la mañana
gozosamente clamaron a una,
y todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso?

Es interesante notar que el apóstol Pedro lo corrobora,
pues hace referencia a los espíritus en prisión,
que en un tiempo habían sido desobedientes
cuando la paciencia de Dios estaba esperando
en los días de Noé
(1Pe 3:19, 20),
así como a los ángeles que pecaron,
a los que menciona en conexión con el
mundo antiguo del tiempo de Noé.
(2Pe 2:4, 5.)

Judas también hace referencia a los ángeles
que no guardaron su posición original,
sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación
. (Jud 6.)

Si se niega que los hijos del Dios verdadero de Génesis 6:2-4 eran espíritus,
estas palabras de los escritores cristianos se convierten en un enigma,
pues no se explica
ni cómo se concretó la desobediencia angélica
ni la relación con los días de Noé.