Bajando del auto apurada
clavò las guampas Violetta.
Cayò haciendo piruetas
y su rodilla quedó morada
Hasta el jardín del vecino reculò
manoteando y a los trancos.
Buscaba caer de un flanco
pero muy mal lo calculò
Después de esa aterrizada
le controlaron las costillas.
Mas se percataron que la rodilla
estaba muy machucada.
Con vergüenza y dolor se alzaba.
Solo una làgrima soltò.
De la ciática se olvidò
oteando si alguien se burlaba.