Tres palabras

[gabin]

¡Hooooola Violetta!


Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones

[Violetta]

Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo cultivados...

[gabin]

Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas


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[Uno]

Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando...

[Violetta]

Gabin, el ajo es una chulada!

Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de...

[Pequesal]

Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó...

[Violetta]

Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba...

[gabin]

Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos

[Violetta]

Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por...

[gabin]

Había una vez un villano mirón que siempre estaba queriendo verle los delicados capullos abriéndose para él, incitando al desorden propio de una activísima entidad troleana vigente como siempre --y como nunca-- enseñaron la nariz y tres pelos de esos que no se peinan porque se enredan entre rizos piojosos como los de mi perrita hambrienta de 'perritos calientes' vendidos en Internet por unas rupias que no tenía, pero las deseaba como Juan a doña Inés Tenorio, el mecánico de aviones. Juntos hicieron el plan escalofriante de aporrear cabezones de ajo** cultivados en tierras catalanas. Cuando estaban cocinando siempre platicaban de su abuelita. Recordó cuando le regañaba por malmeter polvos brujos extraños por encima del guisado