Pepito llega a su casa y le dice a su mamá:
Mami, aquí está mi boleta de calificaciones.
La mamá la toma, la observa y dice:
¿Quuueeee? ¡Estas calificaciones merecen una golpiza!
El niño le contesta:
¿Verdad que sí mamá? ¡Vamos, yo sé dónde vive la maestra!


En una juguetería, un niño escoge un peluche de kanguro. Va a la caja y le entrega un billete de monopolio a la cajera, ésta le dice amablemente:
Amor, esto no es dinero de verdad.
Y el niño le contesta:
Este tampoco es un kanguro de verdad.


Aló, ¿El hospital del niño?
Ti, ¿Qué le lele?


Papá, papá, ¿Por qué en la escuela me dicen peludo?
¡Vieja, vieja, el perro me está hablando!