Cita Iniciado por Aquiles_Brinco Ver Mensaje
Me nace, para reactivar este gran hilo, tratar algunas faltas por redundancia que exhiben nuestra ignorancia y acaban despedazando nuestro fondo.
Muy bien, excelente aporte. En este mismo tema, hace años, había escrito lo siguiente:

Hace rato escribía un mensaje y me percaté de que utilicé las palabras: "elogios buenos" e inmediatamente caí en cuenta del pleonasmo que esas dos palabras forman y es que así como esta frase, hay muchas, que si bien son denominadas figuras retóricas, generan desagrado en el lector pues el exceso de “adornos" en que se incurre resulta chocante. Quiero hoy tocar este tema no profundizando en aspectos lingüísticos sino más bien enfocándolo desde un punto de vista particular y exclusivamente orientado a los textos de personas que, como yo, gustamos de la escritura y tratamos de practicarla siendo legos en el asunto pues no nos hemos especializado en dicha disciplina.

Considero que existen dos tipos de pleonasmos: el deliberado y el justificado.

El pleonasmo deliberado es cuando el escritor de manera anticipada busca embellecer sus frases con palabras rebuscadas pensando que eso le dará al texto un tinte de magnificencia y esplendidez. Bajo esta clasificación se pueden encontrar frases como: "conocer por primera vez", "deambular sin rumbo fijo", "improvisar sobre la marcha", “mas sin embargo” "insistir en reiteradas ocasiones", "sólo buenos elogios", "prever antes de que suceda", "otra vez más", " y así por el estilo con frases marcadas por este patrón: una palabra (verbo, sustantivo, adjetivo, adverbio, preposición, conjunción… ) seguida de una o más palabras que se hallan expresamente en el significado de la primera. Una alternativa para no incurrir en este tipo de desaciertos o descuidos es la utilización de sinónimos en procura de conseguir un resultado en el que se empleen palabras que no estén inmersas explícitamente en las definiciones recíprocas de las palabras usadas.

El otro tipo de pleonasmo es el justificado, es el que hace que el escritor necesariamente deba utilizar la figura de la redundancia para darle un sentido más estricto y preciso a lo que se quiere comunicar o expresar. En este apartado tenemos ejemplos como:

• “Lo encontraron en su propia casa.”: si bien la casa es algo inherente al ser que la habita, no necesariamente ésta es un bien de la persona.
• “Estaba ingiriendo sus alimentos.”: en el hipotético caso de que el escritor se pueda estar refiriendo a una persona o ser que acostumbre consumir otras sustancias además de alimentos.
• “El celeste cielo”: en este caso la palabra “celeste” no hace referencia a su acepción celestial sino al color como tal.
• “El resultado final”: pueden haber resultados intermedios, previos, no definitivos o de muchos tipos que no necesariamente son el último, definitivo o final.

La diferencia, en todo caso, entre ambos tipos de pleonasmo es la discrepancia que se pueda dar entre objetividad/ambigüedad; se debe tener en cuenta que siempre que el pleonasmo le reste ambigüedad a la frase o idea, puede valorarse su uso, caso contrario, le restará valor al texto y estará el escritor exponiéndose a perder el interés del lector.

Es necesario aclarar que en este texto no estoy contemplando el tipo de pleonasmo que constituye una incoherencia manifiesta y que representa un error evidente en sí mismo, por ejemplo: “hemorragia de sangre”, “réplica exacta”, “miel de abeja”, “lapso de tiempo” y los ya tan conocidos y trillados: “entre para adentro” o “suba para arriba”.
http://www.elforo.com/showpost.php?p...&postcount=263
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Mi aporte inicialmente consistía en un ejemplo con la palabra "lapso" pero luego recordé el texto que estoy citando arriba. Igual dejo el ejemplo inicial.
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Lapso.


lapso
Del lat. lapsus, -us 'deslizamiento, caída'.
1. m. Paso o transcurso.
2. m. Tiempo entre dos límites.
3. m. Caída en una culpa o error.

Con respecto al uso de la construcción "lapso de tiempo".