Comentario para foristas serios:
En tiempos de Israel no todos los israelitas eran profetas. Apenas Jehová escogía alguno, a veces dos en diferentes lugares, para que proclamaran sus advertencias y demás. :001_smile:
En el primer siglo, el espíritu santo fue enviado a 120 discípulos reunidos en un aposento alto en Jerusalén. Ese espíritu que recibieron les dió mucho poder para realizar diferentes cosas: resurrecciones, habla en lenguas extranjeras, profecías de corto alcance, etc. Ningún discípulo del siglo primero se consideró igual a Isaías, Jeremías o algún otro profeta de la antigüedad; tanto así que no conocemos más que uno o dos nombres de los cristianos del primer siglo que profetizaron (como Ágabo, por ejemplo).
En el primer siglo el espíritu de Jehová se trasmitía por imposición de manos: un apóstol oraba poniendo sus manos sobre un discípulo que ellos entendieran que haría buen uso del espíritu de Dios y así le transfería parte del poder que había recibido del cielo. El único caso de alguien que no lo recibió de esa manera fue Cornelio y su familia, y fue porque Jehová quería dejar claro que los gentiles también recibirían su espíritu, y no solo los judíos.
La principal función del espíritu santo no fueron los milagros y profecías, sino la obra de evangelización. Las manifestaciones milagrosas terminaron cuando ya no había de los discípulos originales para que transfirieran del poder que recibieron a otros cristianos. Así acabaron los obras poderosas de los cristianos del primer siglo.
Comparen esas realidades bíblicas con las pretensiones modernas. Hoy cualquier religión, incluso ocultista, puede hacer una manifestación extraordinaria. Recuerdan que cuando Moisés convirtió su vara en serpiente los magos egipcios copiaron el milagro? El poder que ellos usaron no fue el espíritu santo ... y los milagreros modernos tampoco reciben el poder de Dios. Quién se los dá? Uno que desea mantener en engaño a los que andan por vista ... no por fe.