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LOS MATRIMONIOS DE ESCLAVITUD fueron abolidos por Jesucristo.

Jesucristo abolió del viejo testamento judío todos los preceptos de penas de muerte, de esclavitud y de matrimonios donde se mataban a pedradas a las mujeres acusadas de adulterio...

Los judíos antiguos veían a una mujer hermosa, la CODICIABAN, la hacían suya como una esclava y amenazada de muerte, y cuando era acusada de adulterio la mataban a pedradas... Jesucristo, que es Dios, y muy entristecido por esos actos tan faltos de misericordia, les dijo a los judíos:

NO MATARÁS, y también les dijo que los que son dignos del reino de Dios "NI SE CASAN NI SE DAN EN MATRIMONIO"...

Desde que Jesucristo predicó el Evangelio, los cristianos se podían unir a una mujer, pues Jesucristo había dicho que el hombre "SE UNIRÁ A SU MUJER Y SERÁN LOS DOS UNA SOLA CARNE", pero sin imponer matrimonios judaizantes de esclavitud para las mujeres, pues Jesucristo había dicho también que los que son dignos del reino de Dios, "ni se casan ni se dan en matrimonio".


EL ESPOSO ES JESUCRISTO Y LA ESPOSA ES LA IGLESIA...

Pablo, que había conocido el Evangelio de Jesucristo, también había dejado escrito que LAS PERSONAS SE PODÍAN DESPOSAR..., pero nos deja aclarado que el Esposo es Jesucristo y la esposa es la Iglesia:

"Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. (Efesios 5:32)

"Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo". (2ª Corintios 11:1-2)


CÓMO VIVÍAN LOS APÓSTOLES Y PRIMEROS CRISTIANOS

Jesucristo había dicho que los que son dignos del reino de Dios, "ni se casan ni se dan en matrimonio", pero en su misericordia, también permitió que sus hijos llevaran a sus hermanas mujeres con ellos. Y Pablo, que había conocido las enseñanzas misericordiosas de Jesucristo, así lo dejó escrito:


"Contra los que me acusan, esta es mi defensa:
¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber?
¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?..........

¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? ........... Si nosotros en vosotros las cosas espirituales sembramos, ¿es gran cosa si nosotros de vosotros las carnales recogemos? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros?" (1ª Corintios 9:1-13)

Como podemos observar, los primeros cristianos no se casaban ni se daban en matrimonio, pero llevaban sus mujeres hermanas con ellos porque, como dice Jesucristo, el hombre "se unirá a su mujer, y los dos será una sola carne". Y es misericordioso que las personas que se aman vivan juntas y caminen juntas pero sin esclavizase ni amenazarse de muerte.

Los judíos tenían la costumbre de tener como esclavas y amenazadas de muerte a las mujeres. Y cuando se cansaban de ellas, podían echarlas a la calle justificándose en libelos de repudio. Y en muchos casos, cuando eran acusadas de adulterio (a veces injustamente), las mataban a pedradas en las plazas públicas.

Jesucristo, que es Dios, entristecido por la falta de misericordia que tenían aquellos judíos con las mujeres, les impuso el mandamiento de que los que son dignos del reino de Dios, "ni se casan ni se dan en casamiento":

"Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento". (Lucas 20:35...)

Esto es lo que había mandado Jesucristo, que los que son dignos del reino de Dios, "ni se casan ni se dan en casamiento", y así, respetando este mandamiento del Evangelio, vivieron los primeros cristianos. Pues ellos ya no se unían en matrimonios judaizantes de esclavitud para las mujeres, ni tampoco mataban a pedradas a las mujeres acusadas de adulterio.

Los apóstoles y primeros cristianos llevaban a sus mujeres hermanas con ellos, pero de una forma misericordiosa, pues ellos sabían que Jesucristo les había mandado que lo que Dios quiere es la misericordia, y que no se condene a muerte a las mujeres. Jesucristo así les dijo:

"... si hubierais comprendido qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )

Las personas que son misericordiosas son libres y respetan la libertad de los demás..., y ya no cometen adulterio contra ninguna forma judaizante de matrimonios esclavizantes, pues: "ni se casan ni se dan en casamiento"... Las personas que se aman pueden vivir juntas por amor y no por amenazas de muerte. Pues son libres como los ángeles en los cielos:

"porque como ángeles son, e hijos son de Dios siendo hijos de la resurrección". (Lucas 20:34-36)

"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra". (Colosenses 3:1-2)

"sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados" (Colosenses 2:12-13)

LAS CARTAS ATRIBUIDAS A PABLO FUERON TORCIDAS POR LOS INDOCTOS

Como hemos visto, las cartas atribuidas a Pablo nos entregan enseñanzas de acuerdo a lo que manda el Evangelio, pero no todas las enseñanzas de las cartas siguen perfectamente lo que manda el Evangelio, y con esas enseñanzas debemos tener cuidado.

El apóstol pedro hablándonos de los puntos difíciles de esas cartas nos avisa de que los indoctos las torcían, y así nos dice:

"...Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". (2ª Pedro 3:15-18

Como podemos ver, el apóstol Pedro dice que si no queremos ser confundido por las cartas torcidas de Pablo, que crezcas en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, pues es el Evangelio de Jesucristo el que nos entrega los verdaderos mandamientos de Dios en cuanto a la vida social de los cristianos y en cuanto al matrimonio.


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