Bison, mi fiel amigo desde hace poco más de 3 años, no es de raza pero tiene un corazón muy puro. Entiende perfecto cuando me enfado y cuando lo mimo, que son más los mimos que los regaños, debo aceptar. Cuando llego a casa sólo basta preguntar: ¿Trabajaste mucho hoy? Para que comience su cola y su cuerpo a contonearse casi hasta desbaratarse. En esta foto es un niño de 2 meses, cuando lo adoptamos, hoy ya le salió la mezcla de pastor alemán y está enorme! Es él quien me recibe en casa todos los días con el mejor humor que casi se le puede dibujar una sonrisa. Es un pan, es un amor, es mi perro
Lista para ir a los tacos...
Las flores casi muertas...
¿Por qué evitan que salgan sus rostros en las fotos?