Él declaró:
“Si permanecen en mi palabra,
verdaderamente son mis discípulos,
y conocerán la verdad, y la verdad los libertará” (Juan 8:31,32).
Al decir “Si permanecen en mi palabra”,
Jesús ofrece la clave para determinar si una creencia es o no verdadera.
Cuando le digan algo acerca de Dios, pregúntese:
“¿Concuerda eso con la palabra de Jesús —es decir,
con sus enseñanzas— y con el resto de las Escrituras?”.
Haga lo mismo que hicieron quienes escucharon al apóstol Pablo:
examine con cuidado la Biblia
para comprobar si lo que le han dicho es cierto
(Hechos 17:11).
(Romanos 6:23)
Porque el salario que el pecado paga es la muerte,
pero el regalo que Dios da es la vida eterna
por Cristo Jesús nuestro Señor.
Fíjate en que comienza diciendo que
“el salario que el pecado paga es muerte”.
Esta fue una ley que Dios estableció al inicio de la historia:
el salario, o el castigo, por el pecado es la muerte.
Por supuesto, al principio nadie había pecado.
Dios hizo a Adán y Eva sin pecado, es decir, sin ninguna imperfección.
Y sus hijos hubieran nacido también sin pecado.
Por eso, no había ninguna razón para que nadie muriera.
Tanto Adán y Eva como sus hijos
hubieran podido vivir felices para siempre
Última edición por KIMO; 18-mar.-2020 a las 19:36
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)