Si fumas demasiado, reemplaza el cigarro por una varita de orozuz, pues el problema proviene de "una necesidad" imperiosa por darle algo a tu boca, que a su vez se remonta a la etapa de cuando eras bebé y tu mamá te proveía de alimento. De pasada investiga bien la causa de por qué fumas, si te interesa, claro, jaja.