No seamos voceros del terrorismo.
No difundamos sus crímenes.
¿Alguien sabe quién es Mark David Chapman?
Seguramente no, sin embargo si buscamos en Google, aparecerán más de 63 millones de resultados. Por lo visto, es alguien muy famoso. Tristemente famoso.
El 8 de diciembre de 1980 mató de 5 tiros por la espalda a John Lennon. Se quedó junto al cuerpo hasta que llegó la policía.
Motivo: …”actué en busca de fama y notoriedad instantánea”.
Y vaya que la obtuvo!
Si las noticias hubieran llevado desde tiempo atrás, la política de no dar publicidad a las causas de la muerte cuando hay violencia, y muchísimo menos el nombre del criminal, hoy seguiría vivo.
El que quiere fama necesita reflectores y su nombre bien grande en la portada.
Para el que no sabe el significado de la palabra sinergia, aquí está la definición según la RAE: “Acción de dos o más causas, cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales”.
Traducido al lenguaje popular: cuando los chinos en el siglo IX mezclaron salitre, azufre y carbón, inventaron algo tan “explosivo” como la pólvora.
Hoy sucede lo mismo.
La sinergia entre un acto vandálico y su difusión por los medios de prensa, se retroalimentan y llegan a ser inseparables e indispensables el uno para el otro.
Existe una relación esencial entre el horror de un acto, y la prensa. Es así que nace el terror. El terror triunfa cuando es difundido, ya que no es solo matar, es mostrar el show.
Está en el espíritu del periodismo buscar la noticia. Y las noticias ruines son las que má$ venden. Al Qaeda, Estado Islámico Hezbollah y tantas otras lo saben y se aprovechan.
No se si me di a entender bien. Puede queda flotando la idea de que estoy pidiendo una censura, o por lo menos una regulación, o hasta una auto-censura. Y hasta que puede haber algo de eso.
Sé que como vamos, no llegaremos a lugar ninguno contra el terror, y hay que buscar nuevas opciones.
Con seguridad seguiré pensando en letra alta.
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