Señor de Ponts i Mateu (supongo que captará la ironía implícita en que le llame señor en cuanto lea mi post),
prescindiré de su falta de educación y de sus lamentables formas al dirigirse a mí porque, más que denigrarme, demuestran la clase de individuo que es usted. De porc i de senyor se n'ha de venir de mena. Ignoro -y lo agradezco de todo corazón- de dónde procederá usted y estoy seguro de dónde acabará -en la misma tierra de la que surgió, como el resto de los descendientes de Adán y Eva-, pero no sirve para señor. Talante, recuerde, talante...
Ah, me precio de tener sangre roja en mis venas, como la de todo hijo de vecino. Seguro que si a usted lo sangran, como a uno de sus apreciados monarcas, incluso los que cazan elefantes a costa del herario público, tendrá ese fluído vital el mismo color que el de esos campesinos que parece despreciar tanto con su actitud tan clasista. Tanto humo para esconder que es tan de barro como el resto de la Creación.
Volviendo al tema.
Si usted considera que Albania no estaba en guerra civil en septiembre de 1914, cuando la autoridad de Wilhelm de Wied, rechazada por los musulmanes albaneses desde su misma llegada, apenas abarcaba el centro de la nacion, con el norte del país ocupado por los serbios (hasta que fueron expulsados de esa zona por las ofensivas de otoño de 1915 de las Potencias Centrales); con la marina italiana controlando Valona, el sur ocupado por el ejército griego hasta 1916 y las guerrillas albanesas en los montes haciendo la guerra contra todo el que se pusiera a su tiro, fuera propio o extraño, sinceramente, no imagino que es una guerra civil para usted.
Sobre la primera ocasion en que Wilhlem von Wied rechazó la corona albana: ésta realizada en la primavera de 1913. La segunda fue anunciada en noviembre de 1913 y aceptada por Ismail Qemali, el jefe del gobierno provisional.
Por último, era obvio que el príncipe bávaro no tenía ni la más remota idea de dónde se metía porque tampoco la tenían las potencias que le pusieron la corona en la cabeza. Y así le fue a "le Prince de Vide". El único que sí sabía lo que se cocía en esa zona fue Carol de Rumanía, al que ya le habían intentando colocar la corona. Lástima que el monarca fuera viejo zorro y la rechazara. Flaco favor le hizo a su sobrino. Seguro que Carol no era un "verdadero" sangre azul, porque, según usted, los poseedores de esta sangre tan particular no rechazan ofertas, y Carol sí lo hizo.
Que disgusto, que disgusto...
Por lo demás le dejo a usted en domínio de sus hilos. Siga con sus historietas, por favor. No permita que nada le interrumpa.
Much Ado about Nothing, methinks.