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Tema: Acabo de publicar una novela de intriga y misterio ¿Le interesa a alguien?

  1. #1
    Fecha de Ingreso
    13-junio-2018
    Mensajes
    53

    Predeterminado Acabo de publicar una novela de intriga y misterio ¿Le interesa a alguien?

    Pues eso.
    Acabo de publicar una novela de intriga y misterio .../...
    La novela ha recibido buenas críticas antes de la publicación de lectores y escritores de este género literario, incluido el Top Ventas: Mikel Santiago.
    Podéis echarle un vistazo.../...
    Un saludo.
    Última edición por MagAnna; 01-abr.-2020 a las 03:00 Razón: Spam

  2. #2
    Fecha de Ingreso
    28-mayo-2009
    Mensajes
    13.854

    Predeterminado

    Cita Iniciado por buite Ver Mensaje
    Pues eso.
    Acabo de publicar una novela de intriga y misterio .../...
    La novela ha recibido buenas críticas antes de la publicación de lectores y escritores de este género literario, incluido el Top Ventas: Mikel Santiago.
    Podéis echarle un vistazo.../...
    Un saludo.
    Hola Buite.
    Enhorabuena por tu publicación!! :001_smile:

    Bien. Te recordaré que en las Reglas del foro, y en concreto, en la Nº1, viene estipulado que no se permite el spam, ni publicitario, ni con afán de lucro.

    Dicho lo cual, paso a editar tu post, que sí lo contiene y te invito a no repetirlo.

    Ahora bien, si quieres hacernos partícipes del principio de tu escrito, siempre puedes hacernos un copia-pega del primer capítulo, por ejemplo, y así podemos darte una opinión, pero no más.

    Gracias por tu comprensión. :001_smile:




    «Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3


  3. #3
    Fecha de Ingreso
    03-junio-2014
    Ubicación
    Venezuela
    Mensajes
    429

    Predeterminado

    Tambien me gustaria leer a Buite.
    Hay que animarlo que siga escribiendo.
    No desmaye amig@ Buite, recuerde aquel escritor que aun siendo un alcoholico, logró el exito.
    Me refiero a Edgar Alan Poe.
    Siga escribiendo, el exito está en la puerta.
    No la cierre.

  4. #4
    Fecha de Ingreso
    13-junio-2018
    Mensajes
    53

    Predeterminado

    Así lo haré Mag Anna.

  5. #5
    Fecha de Ingreso
    13-junio-2018
    Mensajes
    53

    Predeterminado Capítulo I de El Visitante.

    Capítulo 1: La llegada





    Jerusalén. 25 de octubre.

    Un hombre camina por la calle Ha-Yehudim. Es viernes por la tarde y ha comenzado a anochecer; aún y así, la calle se halla muy concurrida, básicamente por la presencia de judíos ortodoxos que se dirigen a la cercana sinagoga de Hurva. A pesar de ser otoño, la temperatura es inusualmente baja para lo habitual en esa época del año en la Ciudad Santa. El hombre es moreno y de estatura media, viste un sencillo jersey verde y unos pantalones vaqueros, en la espalda lleva colgada una pequeña mochila.
    Al llegar a la altura de la sinagoga deja de caminar, y fija su mirada fugazmente en un edificio que tiene enfrente, a unos cien metros. Una furgoneta con los cristales tintados se detiene al otro lado de la calle, solo unos segundos, lo suficiente como para que de ella descienda un hombre de unos treinta años que se cubre con un abrigo y se dirige hacia él. Observa como agarra con su mano derecha algo parecido a un cilindro. Entonces, se interpone en su camino con rapidez.
    −Hola, Ismail –le saluda en español.
    El hombre se desprende del abrigo dejando a la vista un chaleco de explosivos.
    − ¿Quién eres? −pregunta igualmente en un perfecto español.
    Un judío ortodoxo con el típico sombrero roche negro de ala ancha pasa junto a los dos hombres. Se dirige a las escalinatas de la sinagoga, pero cambia de dirección mientras extrae un móvil de su americana. En cuestión de minutos la zona se hallará rodeada de policías y soldados.
    −No importa quién soy, Ismail, pero sí lo que pretendes hacer. Tu mujer y tus hijos lloran tu abandono y te necesitan. Te esperan angustiados desde hace seis meses en Melilla.
    El rostro de Ismail cambia de expresión, sus ojos denotan inseguridad.
    − ¿Cómo sabes tantas cosas de mí? –pregunta sorprendido Ismail.
    −Sé lo suficiente. Ahora recuerda lo que dijo el profeta Mohamed: «awal alhalat alty yatimu alhukm ealayha bayn alnaas fi yawm alqiamat hi halat safk aldima» (Los primeros casos a ser juzgados entre la gente en el Día del Juicio serán aquellos de derramamiento de sangre).
    Ismail se retira dando un paso hacia atrás.
    −Supongo que eres un agente del CNI¬ (Centro Nacional de Inteligencia español).
    −No, Ismail. Soy un viajero, un visitante que se ha cruzado en tu camino, pues así ha sido dispuesto.
    Eres un buen hombre. Como médico has salvado las vidas de hombres, mujeres y niños, como los que hay en estos momentos en la sinagoga.
    Ismail comienza a derrumbarse emocionalmente.
    −Yo no quería hacerlo… Me han obligado. Si no me inmolo matarán a mí familia –le dice Ismail, mientras unas lágrimas comienzan a brotar de sus ojos.
    Escucha el ruido de vehículos que se acercan. Le parece ver movimiento en la azotea de un edificio situado a su izquierda. Con toda probabilidad ya se ha preparado un dispositivo para neutralizar al terrorista.
    Se acerca a Ismail.
    −Confía en mí, Ismail. Nadie le va a hacer daño a tu familia.
    Apoya su mano izquierda sobre el hombro derecho de un perplejo Ismail y lo atrae hacia él. Saca un pañuelo blanco del bolsillo del pantalón con su mano derecha y lo alza.


    A una manzana de allí, el capitán Yosef Levi daba órdenes a los soldados israelíes para que fueran tomando posiciones. Los tiradores ya deberían estar apuntando con sus rifles de precisión DAN 338 a los dos sujetos. El capitán Levi preguntó por radio en la frecuencia asignada a los francotiradores cuál de ellos tenía visión directa. El sargento Moshé Friedman le comunicó que tenía visión directa, aunque no un disparo certero sobre el terrorista portador de los explosivos, puesto que estaba abrazado al que suponía otro terrorista.
    −Capitán, el individuo que no lleva explosivos acaba de alzar su brazo derecho mostrando lo que parece un pañuelo blanco. Espero instrucciones.
    −Joder. ¿Qué coño me está contando sargento? ¿Qué cree que está pasando? –preguntó enojado Yosef Levi.
    −En mi opinión se están rindiendo, capitán.
    −Sargento, dispare en cuanto tenga visión directa sobre el fanático de los explosivos. Es una orden.
    −Lo siento, capitán. Ya no los tengo en mi campo de visión. Acaban de entrar en un portal.
    −Mierda −espetó Levi, mientras por radio escuchaba al coronel David Biton con su habitual tono intransigente. David Biton era el responsable de la sección antiterrorista del ejército israelí
    −Capitán, ¿por qué no han acabado aún con ese cabrón? Llevan ahí media hora y se puede producir una carnicería en cualquier momento.
    −Lo lamento, coronel. Hemos confirmado que hay un terrorista con un dispositivo manual para detonar un chaleco de explosivos, pero hay otro individuo que se ha abrazado al terrorista, y que, según me ha informado uno de los tiradores, ha mostrado un pañuelo blanco. En cualquier caso, he dado orden de disparar, pero para entonces han quedado fuera del campo de visión de los tiradores. Han entrado en un portal.
    −Capitán Levi, ordene que entren soldados al portal. Quiero que los neutralicen inmediatamente.
    −David… Lo más probable es que haya residentes en el edificio. Si matamos al terrorista detonará el explosivo –dijo Yosef cuando se había alejado lo suficiente de los soldados como para que lo escuchasen.
    − ¿Y qué propones, Yosef?
    El coronel y el capitán habían servido juntos en la guerra del Líbano de 1982. Desde entonces, entre ellos se había establecido una amistad que se rompió por una mujer. El coronel, por aquel entonces teniente, mantenía una relación con una joven: Elina, que se enamoró de Yosef, con el que contrajo matrimonio. Quince años después y con dos hijos en común, Elina fue asesinada en un atentado a un autobús. Después de varias décadas las viejas rencillas habían quedado atrás.
    David Biton no se había casado, siempre había amado a Elina, y su muerte le acercó de nuevo a su viejo amigo, Yosef. El coronel Biton había sido además agente del Mossad.
    −David, quizás sería conveniente hablar con ellos. Tengo la impresión de que el segundo hombre intenta evitar que el terrorista haga estallar el chaleco explosivo. Puede que sea nuestro as en la manga. Propongo que enviemos a alguien a negociar, o al menos a saber que está pasando antes de que mandemos a la «caballería». Si quieres me encargo yo.
    −Está bien, Yosef. Tienes una hora para hacerlo a tu manera. Suerte.
    Yosef cogió un megáfono, avisó a los soldados de su unidad de que iba a acercarse con todas las precauciones al portal donde se habían escondido los dos hombres, y dio instrucciones a los francotiradores de que si levantaba el megáfono por encima de su cabeza disparasen a los dos individuos. Cuando se estaba acercando a la sinagoga ya la estaban evacuando. A una distancia prudencial del portal se llevo el megáfono a la boca.
    −Soy el capitán Levi. Estoy al mando de este operativo y quiero que salgan a la calle con los brazos en alto. Nadie les hará daño si siguen mis instrucciones.
    −Ismail. Creo que debemos hacer lo que nos pide, de lo contrario nos matarán a los dos.
    −Nos van a matar igualmente, al menos a mí, y si me matan tu morirás por la explosión.
    −Entonces deja que salga yo.
    −Haz lo que quieras, pero ya te lo he advertido –protestó Ismail.
    Se dirigió a la puerta con los brazos en alto, al llegar al umbral le cegó la luz del sol, pero pronto pudo distinguir la figura del capitán Levi. Ambos hombres se miraron a los ojos.
    A Yosef le resultaba familiar ese rostro. Durante su vida había aprendido a distinguir a los «malos» de los «buenos». Había tratado y convivido con individuos despreciables, capaces de cometer las mayores atrocidades, pero también había conocido a personas increíbles, de una enorme humanidad y generosidad. El hombre al que miraba pertenecía al segundo grupo. Definitivamente no era un terrorista.
    −Yosef. Sabes que no soy un terrorista –le dijo en inglés−. Si me dejas, en unos minutos puedo solucionar este asunto. El hombre que está dentro del portal no es lo que parece, pero está perdido y necesita mi ayuda.
    Yosef estaba atónito. ¿Cómo puede ese hombre saber mi nombre? Venga, no pierdas los papeles Yosef. Sí, su cara me suena, así que hemos debido de coincidir en algún momento que ahora mismo no recuerdo –Se dijo a sí mismo.
    −Yosef, déjame entrar de nuevo y saldremos los dos, pero será preciso que consigas un equipo de desactivación de explosivos. Por favor, no disparéis a Ismail. Pese a lo que parezca, no es un terrorista.
    Se giró sin esperar la aprobación del capitán y volvió a entrar en el edificio. Allí, sentado en las escaleras se encontró a Ismail, cabizbajo, tembloroso y rezando.
    −Ismail, he hablado con el capitán israelí al mando, y me ha dado su palabra de que si te entregas no te dispararán.
    Ismail parecía estar ausente, no escuchaba lo que le decía. Entonces se acercó, le sujetó suavemente con la mano derecha la barbilla y la elevó hasta encontrar sus ojos, mientras que con la izquierda apretaba la mano que sujetaba el detonador.
    −Ismail, mírame y dime qué ves.
    Ismail lo miró a los ojos y dejó de temblar. Unas lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas.
    −Alhamdulillah −Alabado sea Dios, dijo.
    Sus labios dibujaron una sonrisa, y entonces fue él quien abrazó al visitante.
    Mi amada Fátima. Queridos hijos míos, Mohamed, Zulema. ¿Qué os he hecho? Perdonadme.
    −Tu corazón es puro, Ismail, pero la rabia y el odio te cegaban. No has hecho daño a nadie, salvo a tu familia y a ti mismo. Fuiste a Siria como médico para ayudar y es lo que has hecho. Ya es hora de poner fin a tu sufrimiento y al de los que te aman. Ahora debemos salir.
    −Capitán, vamos a salir –anunció.
    Los dos hombres salieron del portal con los brazos en alto, pero el capitán Levi ya no estaba. Fuera, a una distancia de seguridad, ya los estaba esperando un especialista en desactivación de explosivos.

  6. #6
    Fecha de Ingreso
    13-febrero-2008
    Mensajes
    10.138

    Predeterminado

    GRANDE MagicAnna.

    GRANDE Buite.

    Acuerdos como este, engrandecen nuestro foro.
    .

    No seamos voceros del terrorismo.
    No difundamos sus crímenes.

    .

  7. #7
    Fecha de Ingreso
    13-junio-2018
    Mensajes
    53

    Predeterminado

    Sinopsis:
    Un hombre impide que un terrorista se inmole en una sinagoga de Jerusalén. Sin documentación, ni indicios que permitan conocer su procedencia, la identificación del sujeto que ha evitado el atentado se convierte en un rompecabezas para el Mossad, la agencia de inteligencia israelí. A falta de nombre, los dos agentes encargados del interrogatorio lo apodan «el visitante».
    Un joven ha grabado con todo detalle lo sucedido junto a la sinagoga, y el video, subido a las redes sociales, se hace viral, lo que provoca que el hombre retenido por el servicio de inteligencia israelí se convierta en un héroe, por cuya liberación se convocan manifestaciones a través de internet.
    Durante la protesta ante el Parlamento de Israel en Jerusalén, el ejército abre fuego contra los manifestantes, causando la muerte de decenas de de personas, lo que desencadena una crisis internacional que pone contra las cuerdas al Gobierno de Israel.
    El Papa viaja a Jerusalén de incógnito con la única finalidad de entrevistarse con el héroe anónimo, quien finalmente es puesto en libertad.
    Tras su liberación se producen una serie de extraños sucesos. Mientras, los agentes encargados del caso no cesan de investigar sobre el individuo, que se ha convertido en una incógnita perturbadora para todos aquellos que han tratado con él.

  8. #8
    Fecha de Ingreso
    13-junio-2018
    Mensajes
    53

    Predeterminado

    Si alguien quiere saber más de la novela, que me envíe un privado.

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