El pena hispano, orgulloso y varonil se muestra ante la mujer cual asta de bandera, enarbolando el orgullo patrio desde la base a la punta, y siempre presto a toque de corneta...desde que ve a lo lejos una teta.

El pene hispano se muestra hablador y dicharachero.., expresivo, elocuente, y siempre en busqueda vigilante.
Acechante, desafiante, pero discreto...dentro de lo que cabe...en el concavidad donde se oculta.

Desde la oscuridad de su cueva es siempre un depredador presto a atacar...Y en cuanto huele a su presa saca su cabeza para ver a su amada y devorarla todita...pero...¡¡¡Oh repantechunga...pero que hermosa que es!!! ...Y entonces se le pone toda la testera roja como un tomate. Y se enamora.
Porque el pene hispano es muy romántico, de eso que no quede duda alguna.
Por ello inmediatamente tiende a ocultarse.

Y para acabar bien el cuento, llega una hermosa dama y lo libera de sus apreturas de cautivo y lo libera. Y asi el pene ya es feliz. Y colorín colorado se queda por siempre. ¡¡¡Hurra!!!