Es suficiente, luego de decir algo terriblemente racista, que lo hiciste sin ánimo de ofender a nadie? Porque esa fue la solución que encontró Sergio Goyri, actor de joyas como Amorosos Fantasmas y Señora Acero, luego de que se hicieran virales sus comentarios racistas contra Yalitza Aparicio.
El actor de telenovelas Sergio Goyri, fue grabado por su esposa en una comida entre amigos donde se le escucha decir que no entendía la nominación de Yalitza Aparicio por ser una “pinche india que sólo dice ‘sí, señor’ y ‘no, señor'”. Luego ofreció algo semejante a una disculpa, diciendo que “no había dolo” en lo que dijo en una conversación que sacada de contexto.
No es posible aplaudir su respuesta ante la crisis de relaciones públicas que generó el video viral porque, en realidad, no fue una disculpa: aclaró que no fue “con dolo”, es decir, su racismo no fue para ‘hacerle daño’ a la nominada al Oscar por mejor actriz, sólo porque sí; vaya, no se disculpó por su racismo, sólo explicó que no fue contra ella.
Pareciera que el racismo y la misoginia no hacen daño si son ‘hechas a drede’ o con afán de ofender, lo que no sólo es una visión sumamente corta de un problema estructural, sino que también es un acto un poco ridículo para tratar de desmarcarse de los prejuicios y la discriminación que repetimos inconsciente o involuntariamente.
El racismo y la discriminación es un problema profundo y sistémico que no se soluciona con una disculpa. Los dichos de Goyri reflejan el sentir de miles de mexicanos, sí, pero no por eso están bien, al contrario: evidencian lo urgente de enseñar las estructuras discriminatorias que repetimos “sin darnos cuenta” en nuestra vida cotidiana.
En la conversación casual que tiene con sus amigos por el 14 de febrero, Goyri replica un discurso racista (el suyo abiertamente racista) que se intenta disfrazar de meritocracia: ellos que sí son actores y saben de su arte, cómo van a quedarse a un lado frente a una mujer (indígena, además, pero eso todos, menos Goyri, no lo dicen en voz alta) que sin estudios llegó ya a ser nominada al Oscar.
El racismo y la discriminación son procesos complejos, y si haces un comentario racista con tus amigos, sin nadie que te escuche o en una palestra es lo mismo: eres racista y el primer paso para hacer algo al respecto es reconocerlo, no dar disculpas improvisadas en las que simplemente responsabilizas al otro por “haberse sentido mal” por tu violencia.