Como veo que Tomás no respondió, dedico esta respuesta a los demás:

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Veo que tomas ha ignorado mi respuesta:

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Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
Tanto repetís lo de predicar los misericordiosos evangelios, que da la sensación de que os habéis olvidado de otras cosas que también dijo Jesús.

Aunque haya varios libros del Evangelio, el Evangelio sólo es uno: Lo que Jesús enseñó. No sé a qué otras cosas te refieres que dices que también dijo Jesús. Especifica.

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Lo de predicar los evangelio se lo dijo a sus discípulos expresamente.

Para el resto de creyentes, Jesús dijo otras cosas.

Eso no es verdad, porque Jesús mandó a sus discípulos que enseñaran a las naciones a guardar todo que Él les había mandado a ellos:

Mateo 28:19-20
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.*
Mateo 28:19-20

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No cabe duda que son cosas muy fuertes. Tan fuertes que nos llevaría a hacernos la pregunta que se hicieron sus discípulos entonces: “¿Quien, pues, podrá ser salvo?”.
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Y yo me pregunto: en un escrito inspirado por Dios ¿Quién está facultado legalmente para discernir si es real o figurado?

Inspirado por Dios sólo son los escritos que guardan la misericordia que Jesús nos enseñó. Lo que contradice a los misericordiosos mandamientos de Jesús, no es ni Palabra de Dios ni inspirado por Dios, porque Jesús es la verdad, por tanto, nada debe contradecir a la misericordia que Jesús enseñó.

Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
Bueno; y ahí está lo que narra el evangelio, concerniente a lo que estoy comentando.

“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. 35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, y a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra. 36 Y los enemigos del hombre serán los de su casa. 37 El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí. 38 Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí no es digno de mí”. (Mateo 10:34-38)

“Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, esposa, hijos, hermanos, hermanas y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí no puede ser mi discípulo”. (Lucas 14:26-27)

La espada es la Palabra de Jesucristo. Y por la Palabra de Jesucristo, muchos que no la aman se ponen en contra de aquellos que la aman. Por eso, muchas veces los que aman el Evangelio se ven obligados a dejar a aquellos que no lo aman, pues los que no aman el Evangelio sirven de tropiezo y persiguen a los que aman el Evangelio, pues se hacen enemigos de los que quieren ser fieles al Evangelio.

Pero los que aman la Palabra de Jesucristo, dan su vida por defenderla y ser fieles a ella. Para ellos el Evangelio es la vida.