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¿Hasta dónde el vale todo, el que el fin justifica los medios, no entra en la tipificación de crimen de lesa humanidad?
Les voy a comentar algo que no sabía, y que si alguno de mis lectores tampoco, pues valió la pena escribirlo.
En la cazada a Bin Laden, la CIA tenía indicios de que vivía en Paquistán y más precisamente en la ciudad de Abbottabad, pero desconocía el lugar exacto.
¿Qué inventaron para saberlo?
Una falsa campaña de vacunación de niños contra la hepatitis B. Los vacunadores solo aplicaron la primera dosis, pero…aprovechaban para tirar una pequeña muestra de sangre, e inmediatamente hacían la comparación del DNA con el de la hermana de Bin Laden, que había muerto un año antes.
Sabían que si encontraban los hijos, el padre sería cosa de minutos. Y así fue.
¿Cuál fue el fruto de esta práctica? Lo que se publica es lo macro: Muere el monstruo. El 11 de septiembre ha sido vengado. Cae el terrorista más buscado, y así por delante.
¿Qué no se comentó?
En Paquistán mueren 150.000 niños por año, por enfermedades que podrían se evitadas con vacunación. Ahora las personas asocian vacunación con espionaje, y lo dejaron en las manos de Alá. Otros países musulmanes se subieron al carro, y hasta difunden que en las vacunas se inocula el virus del AIDS, o drogas para esterilizar las niñas.
Pero la cosa no terminó por ahí.
Apedreamiento a centros de vacunación. Expulsaron a equipos de vacunación de ONGs extranjeras. Nueve vacunadores europeos fueron asesinados, por lo que la Org. Mundial de la Salud los hizo abandonar el país. Dos hombres armados, asesinaron otros 10 vacunadores que estaban aplicando la vacuna contra la poliomielitis.
Que terrible!
La parálisis infantil estaba casi erradicada. Solo habían 65 casos. La vacuna son unas gotitas en un terrón de azúcar… La desconfianza creada, arrasará 20 años de prevención.
Este año se esperan 100.000 nuevos casos de polio.
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