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Tema: Apologética y teodicea.

  1. #11
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    01-noviembre-2016
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    Cita Iniciado por cesar71 Ver Mensaje
    No hay necesidad de desmontar esa subliminal sugerencia como la llamas, porque el bien y el mal vienen de Dios.

    lamentaciones 3, 38
    ¿No salen de la boca del Altísimo tanto el mal como el bien?

    Isaías 45:7
    el que forma la luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy el SEÑOR, el que hace todo esto
    Date cuenta, cesar71, de lo que supondría defender la hipótesis de que el mal que existe en el universo es obra de Dios. Ello exculparía al peor enemigo de la bondad, el diablo, quien además es llamado el padre de la mentira y el homicida por Jesucristo en el evangelio según Juan, capítulo 8, versículo 44, algo que evidentemente no tendría ningún sentido si el verdadero artífice de la maldad o la causa primera de ella fuera Dios. Más bien, diría yo, en concordancia con maxicastag, que las calamidades causadas por Dios son producto de Sus justos juicios contra los malvados (verbigracia, el Diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra, las 10 plagas contra el Faraón, etc.). Además, por ejemplo, cómo habría que entender el siguiente pasaje de la sagrada escritura si de alguna forma Dios causara o potenciara la maldad: "Perfectas son todas las obras de Dios y rectos todos sus caminos. Dios es fiel y sin sombra de iniquidad, íntegro y justo" (Libro de Deutoronomio, capítulo 32, versículo 4; Biblia Vulgata, de Torres Amat). Saludos.
    Última edición por Etic; 14-dic.-2017 a las 16:14

  2. #12
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    Cita Iniciado por maxicastag Ver Mensaje
    Dios no creó el mal, el mal es el pecado, es decir es toda violación a la Ley Moral de Dios, y es posible debido al libre albedrío concedido a las criaturas.
    El mal del que hablan los pasajes citados es el castigo, la calamidad, la desgracia, eso si puede provenir de Dios, pero No el mal.
    Puede ser que esta sea la razón para explicar el mal que nos llega de Dios cuando pecamos, pero etic se está refirirendo es al presunto mal que hay en la naturaleza cuando un animal depredador o una planta carnivora se come a otro ser vivo.

    El no sabe como explicar que esa maldad en la naturaleza tenga que ver Dios y yo por ahora tampoco puedo explicarlo bien. Nos hace falta mas estudio
    Última edición por cesar71; 15-dic.-2017 a las 07:59

  3. #13
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    Al principio en el Edén no había muerte.

    Al principio, cuando Dios creó al ser humano, este era vegetariano al igual que todos los animales:
    Génesis 1:29-30

    “29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.”

    Fue luego del pecado y la rebelión del Hombre contra Dios que las cosas cambiaron, Dios le dijo al Hombre: “Maldita será la tierra por tu causa, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.”

    Génesis 3:17-19

    “17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
    18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
    19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.”

    Fue recién luego del Diluvio que Dios permitió tanto al Hombre como a los animales alimentarse de carne animal:

    Génesis 9:3


    “3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.”

  4. #14
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    Cita Iniciado por Etic Ver Mensaje
    Date cuenta, cesar71, de lo que supondría defender la hipótesis de que el mal que existe en el universo es obra de Dios. Ello exculparía al peor enemigo de la bondad, el diablo, quien además es llamado el padre de la mentira y el homicida por Jesucristo en el evangelio según Juan, capítulo 8, versículo 44, algo que evidentemente no tendría ningún sentido si el verdadero artífice de la maldad o la causa primera de ella fuera Dios. Más bien, diría yo, en concordancia con maxicastag, que las calamidades causadas por Dios son producto de Sus justos juicios contra los malvados (verbigracia, el Diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra, las 10 plagas contra el Faraón, etc.). Además, por ejemplo, cómo habría que entender el siguiente pasaje de la sagrada escritura si de alguna forma Dios causara o potenciara la maldad: "Perfectas son todas las obras de Dios y rectos todos sus caminos. Dios es fiel y sin sombra de iniquidad, íntegro y justo" (Libro de Deutoronomio, capítulo 32, versículo 4; Biblia Vulgata, de Torres Amat). Saludos.
    El mal al que te referiste fue cuando una planta carnivora devora a otro ser vivo. Yo veo que los males que nos suceden a las personas como consecuencia del pecado, es una cosa distinta a eso.

    Saludos

  5. #15
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    Cita Iniciado por maxicastag Ver Mensaje
    Al principio en el Edén no había muerte.

    Al principio, cuando Dios creó al ser humano, este era vegetariano al igual que todos los animales:
    Génesis 1:29-30

    “29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.”

    Fue luego del pecado y la rebelión del Hombre contra Dios que las cosas cambiaron, Dios le dijo al Hombre: “Maldita será la tierra por tu causa, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.”

    Génesis 3:17-19

    “17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
    18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
    19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.”

    Fue recién luego del Diluvio que Dios permitió tanto al Hombre como a los animales alimentarse de carne animal:

    Génesis 9:3


    “3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.”
    Al parecer todos, incluido los animales eramos vegetarianos como dicen estos versículos y si el pecado original del hombre fue lo que volvió carnivoros a los animales, nosotros podríamos aceptarlo como verdadera doctrina, pero para un ateo o para cualquier otra persona no cristiana ese argumento es muy débil para convencerlo y faltaría de nuestra parte desarrollar mas esta verdad para que su explicación sea clara y convincente para cualquiera.

    Saludos

  6. #16
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    Cita Iniciado por cesar71 Ver Mensaje
    Al parecer todos, incluido los animales eramos vegetarianos como dicen estos versículos y si el pecado original del hombre fue lo que volvió carnivoros a los animales, nosotros podríamos aceptarlo como verdadera doctrina, pero para un ateo o para cualquier otra persona no cristiana ese argumento es muy débil para convencerlo y faltaría de nuestra parte desarrollar mas esta verdad para que su explicación sea clara y convincente para cualquiera.

    Saludos
    Creo que, en efecto, la complejidad y envergadura del desequilibrio, tanto para el hombre como para la biosfera, que se introdujo con la rebelión edénica fue de tal magnitud (especialmente a nivel microscópico o sutil, esto es, que escapa aun hoy a la capacidad del análisis científico del hombre) que se requiere mucha profundidad para poder elaborar un informe medianamente documentado del alcance y resultados devastadores, en relación causa-efecto, que ha tenido dicho desequilibrio. Además, a ello habría que añadir, como dice la sagrada escritura, la actuación de unas fuerzas sobrehumanas inteligentes y perversas, demoníacas, que en los comienzos estuvieron encarnadas por un individuo angélico que en términos bíblicos se le apoda "la serpiente antigua", pero que en la víspera del Diluvio llegó a ser ya una pléyade de personas diabólicas sobrehumanas (ángeles caídos). Saludos.

  7. #17
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    01-noviembre-2016
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    Predeterminado

    [Apologética y teodicea. Comentario 3].
    El primer ejemplo tenía que ver con las plantas carnívoras, las cuales, aparentemente, están unívocamente diseñadas para depredar insectos y pequeños vertebrados (ranas, roedores); un dantesco tipo de diseño éste, tan pródigo en habilidades y refinamientos crueles, que servirían de inspiración y deleite para los instintos sádicos de un torturador chino. Por lo tanto, admitir que tales especímenes botánicos han sido concebidos por diseño inteligente sería equivalente, según mi interlocutor ateo, a ubicar a la deidad creadora dentro del panteón de los dioses de la mitología griega, clásicos ejemplos de maldad y ultraje indescriptibles, quienes comparativamente harían que cualquier humano adorador de ellos, por perverso que fuera, quedara convertido en santo. Por lo tanto, según él, la postura atea era más humanitaria y más lógica desde el punto de vista ético y moral que la postura del creyente. Estos argumentos me tomaron por sorpresa y enmudecí, y finalmente claudiqué, como final del asalto, yéndome figurativamente hacia el banquillo situado en el vértice del cuadrilátero, cual boxeador al que se le extiende la oportunidad de reponer fuerzas y vitalidad cuando suena la campana que clausura transitoriamente la pelea. Pero en este caso mi oponente decidió abandonar la lucha dialéctica, por considerarla aburrida, despidiéndose de mí con una última carga devastadora, lanzada a modo de torpedo salido de un submarino en retirada. Se trataba de un segundo ejemplo, que reforzaba al primero y cuyo objetivo era consolidar incontestablemente la postura “racional y sabia”, y hasta de una “moral superior”, del ateo (todo ello, evidentemente, en función de la particular interpretación de la realidad biosférica que dicho ateo se había fraguado): En dirección centrífuga (desde el ser humano hacia los vivientes más “primitivos”, en la escala filogenética), existen virus (el de la rabia, por ejemplo), bacterias (bacilo tetánico y sus terribles neurotoxinas), protozoos (amebiasis) y metazoos (quiste hidatídico) de unívoco diseño que están destinados a causar inimaginables sufrimientos al enfermo humano y animal; depredadores mamíferos que para alimentar a su prole cazan herbívoros, a veces herbívoros hembras, con lo que las crías pasan a quedar desvalidas y absolutamente desamparadas y mueren por inanición y en tal condición de desamparo que harían llorar de pena a cualquier observador humano medianamente sensible que contemplara la situación sin poder intervenir; y hay avispas que convierten a orugas o cucarachas en zombis y luego depositan sus voraces larvas en el interior del desafortunado insecto, quien muere lentamente siendo devorado por las insaciables larvas (las cuales parecen poseer una excepcional habilidad para acabar con la víctima de la forma más lenta posible, a fin de agotar al máximo las posibilidades de seguir consumiendo alimento fresco e incorrupto); en fin, un etcétera macabro tan largo y variopinto que su enumeración sería infinita. Con esto el ateo revalidó su postura por n-ésima vez, supongo. No obstante, a pesar del impacto y aturdimiento que el razonamiento de mi interlocutor me causó, por aproximadamente un mes, aquella experiencia tuvo el efecto feliz de espolearme para asegurarme de que mi fe cristiana no era una necedad y de que la santa Biblia era realmente la Palabra de Dios. El resultado fue bueno y edificante para mí, pero no fue gratuito; es decir, hube de hacer un notable esfuerzo investigador para conseguir bendiciones. Hube de actuar en armonía con el siguiente pasaje sagrado...

  8. #18
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    Predeterminado

    Hola Etic

    Gracias por los interesantísmos diálogos con tu amigo ateo que has resumido para nosotros.

    Personalmente, creo que los argumentos de tu amigo parten del hecho de extrapolar la ética humana a seres no humanos.

    La ética, la práctica de lo que es bueno, aplica solo para actos donde está en juego el libre albedrío y facultad de abstracción.

    Nuestros cuerpos están diseñados para matar algunas bacterias, y algunas bacterias están diseñadas para matarnos a nosotros. Pero ni nosotros ni esas bacterias pueden ser acusadas de asesinato.

    Podríamos decir que el universo es lo suficientemente HOSTIL como para que no podamos sobrevivir sino en una delgadísima capa de un planeta, que es a su vez una mota diminuta de polvo dentro del universo.

    Pero también podríamos decir que el universo es lo suficientemente GENEROSO como para haber producido condiciones, en esa delgadísima capa de esa minúscula mota de polvo, para que seres como nosotros prosperemos y nos hagamos preguntas sobre el cosmos.

    Podría decirse que el universo es lo suficientemente HOSTIL para que tú y yo vivamos SÓLO unos 84 años y luego muramos.
    O podríamos decir que es lo suficientemente AMISTOSO para que tú y yo vivamos 30,660 dias de 24 horas cada uno y en ese lapso conozcamos las delicias de la carne y las del alma.

    ¿Es entonces La Creación hostil o generosa?
    ¿Es su Creador hostil o generoso?


    Sois los frutos de un solo árbol y las hojas de una misma rama. Trataos unos a otros con el mayor amor y armonía, con amistad y compañerismo.
    ¡Aquel que es el Sol de la Verdad es Mi testigo! Tan potente es la luz de la unidad que puede iluminar a la tierra entera


    Bahá'u'lláh

  9. #19
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    Estimado Teheran, gracias por tu interesante aporte; muy bien elaborado y reflexionado. Saludos.

  10. #20
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    [Apologética y teodicea. Comentario 4].
    ... “Hijo mío, si recibes mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros (se sobreentiende: Un esfuerzo nada pequeño por hallar conocimiento y sabiduría, en conexión con las directrices divinas y con respecto a su obra creativa), entonces entenderás el temor de Jehová (se sobreentiende: El temor reverente hacia Dios, que es entendido por el adorador bien informado en el sentido de que la sabiduría divina es apoteósica y excede todo lo imaginable por el hombre; algo que causa tanta admiración en el devoto que no puede menos que sentir una especie de sobrecogimiento parecido a un vértigo de astronauta, al contemplar la inmensidad del espacio sideral en relación con su infinita pequeñez), y hallarás el conocimiento de Dios (se sobreentiende: Algunas Biblias hablan de la ciencia divina, en lugar del conocimiento, y esto quiere dar a entender que hallar dicho conocimiento es un gran privilegio porque supone alcanzar una comprensión de la realidad, biosfera incluída, que permite, evidentemente a un grado limitado y soportable por el cerebro humano, explicar cosas aparentemente inexplicables)” (Libro sagrado de los proverbios de Salomón, capítulo 2, versículos 1-5; Biblia de Reina-Valera de 1960).

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