“historia de mi encuentro y estudio de "satanás”
“HISTORIA DE MI ENCUENTRO Y ESTUDIO DE "SATANÁS”
Comparto con gusto mi experiencias en este tema.
Desde los trece años, empecé a sentir una gran curiosidad por la vida, su sentido y sus misterios, por la religión y las revistas de lo paranormal. Incursionando así, estando en la preparatoria, además de las materias escolares, en asuntos de religión, filosofía, ciencias ocultas, parapsicología, y proseguí investigando sin dejar de lado mis estudios en la Facultad. A los veintiún años sentía que conocía del ramo de la ciencia y lo espiritual, e incluso, deseaba conocer cosas más profundas. Fue entonces cuando el destino me llevó a experimentar algo inusitado. Un día al llegar a mi casa, me encontré a dos niñas jugando la tabla ouija. Yo me acerqué con curiosidad, y me sorprendía que al preguntarles algunas cosas, incluso mentalmente, sin decir palabra, ellas adivinaban mis pensamientos.
Observé que movían la tablilla indicadora, y las niñas decían que se movía sola. Me sentí atraído por esa capacidad, y deseé profundamente que también se moviera conmigo. Puse todo de mi parte y participé. Incluso después compré una tabla ouija. Y... olé. La tablilla empezó a moverse en mis manos, después de cierto tiempo de titubeos. Había despertado en mí una facultad, de la cual, poco después me arrepentiría por la forma en que me afectaría. Aunque a la vez, me atraía fuertemente este fenómeno, pues tocaba algo, que la ciencia oculta, la religión y la psicología trataban de distintas maneras y yo tenía acceso de primera mano para estudiarlo, aunque también muchas veces, y debido al desconocimiento, me produciría muchos malestares. (Ahora, a mi edad, agradezco estas vivencias, porque estas experiencias me permitieron entender muchos otros ángulos de la vida mental, física y espiritual.) A partir de ese momento, sentí que estaba junto a mí otro ser, como un espíritu. El cual, con el tiempo, no solo se comunicaba conmigo a través de la tabla ouija, sino que mejoró, haciéndolo por medio de la escritura espontánea, y finalmente de manera claramente telepática. Debido al constante juego y ejercicio que hacía con ella y debido a cierta popularidad familiar y de amigos que tuve para adivinar y ser consultado sobre algunas cosas. Que por cierto, finalmente muchas de ellas resultaron falsas.
Sin embargo, tan solo en unas dos semanas, empecé a tener problemas psicológicos derivados de esta nueva e inusitada asociación, por lo que desde entonces, empecé a analizarla consciente e inconscientemente, para tratar de evitarla. En casa tuve problemas psicológicos y paranormales que afortunadamente con el tiempo disminuyeron, gracias a la ayuda de una mujer que me hizo ciertas “limpias espirituales” y realizar ciertas prácticas, como era el poner tinas de agua bajo mi cama. Y la tabla ouija, que con tanto entusiasmo había comprado, la quemé. Y no quise saber más de ella.
Pero yo seguía atormentado por aquella fuerza extra espiritual que estaba ligada a mí. Y esta situación me estaba dañando, más que ayudarme. Y yo ya no quería tener esta relación. Sin embargo su reacción fue aferrarse a mí, y esta lucha me provocaba problemas obviamente. Por lo cual llegué a no hacer caso de su presencia y concentrarme en mis estudios, mediaciones, oraciones, trabajo y ejercicio, con lo cual perdió su fuerza, pues su energía era la energía que yo le daba al prestarle mi atención. Después comprendí, que yo le había dado fuerza, al atraer esta entidad y ligarla a mi alma o ultra biología. Mi formación, fe e inteligencia me dieron fuerza. Pero realmente a veces viví una casi esquizofrenia que controlaba, aunque muchas veces, al principio, parecía salirse de mis manos.
Entre mis recuerdos están, que en la libido natural de mi juventud, esta me inducía a tener desfogues sexuales. Pero yo observé en ellos, qua esta entidad invisible, que había aparecido de pronto en mi vida, se identificó como una mujer, y decía amarme y unirse a mí en estas situaciones. Yo inicialmente le creí, y hasta me sentía halagado de ser elegido por una entidad externa. Sin embargo, estas uniones sexuales platónicas, lo único que hicieron, fue que se impregnara más fuertemente en mi alma. Posteriormente me atacaría al quererse apoderar de mi inteligencia. Sentía que jalaba mi cerebro hacia abajo. Y yo, en los momentos más difíciles, me encorvaba para evitar su jalón de forma directa. Pero apoyado en mis conocimientos y religión, investigué más ávidamente por el lado espiritual.
Platiqué con un sacerdote, pero no me comprendió. Evité a psicólogos o psiquiatras. Intuía que ellos declararían que yo estaría desequilibrado si les platicaba de mis vivencias. Que ellos no me comprenderían. Ya que el espiritismo no existe científicamente para ellos, según sabía por mis estudios.
Así que, desde la primera instancia, yo creí sinceramente que estaba poseído por algún espíritu maligno. Pero como creía tener muchos conocimientos sobre el ramo, e incluso, en el ámbito religioso. Puesto que incluso, hacía poco tiempo, yo mismo me había declarado un místico. Alguien que se entregaba a Dios en busca de la verdad. En realidad, yo sentía que podía lidiar con este problema. Y que además, lo confieso, me fascinaba, porque era algo que podía analizar directamente. Era algo muy mencionado en la literatura paranormal, religiosa y metafísica. Y yo tenía de primera mano esta situación para estudiarla y analizarla directamente.
Antes de aquel suceso, yo realizaba meditaciones místicas extraordinarias. Visualizaba cosas hermosas. Y todo ello desapareció de golpe. La imaginación tan bella que tenía, disminuyó. Tenía como una pesada nube sobre mi mente, que no me permitía visualizar más allá de lo indispensable. Era como una computadora, que de haber tenido 2 gigahertz de memoria, ahora tan solo tenía algunos 64 megahertz. Lo que no me permitía realizar aquellos hermosos procesos mentales imaginativos que antaño realizara.
Toda labor física, no me era difícil. De hecho, este fue un gran apoyo, con el cual también me sostuve. Y siempre, a través del tiempo, el ejercicio y trabajo físico, me han dado consolidación y fortaleza a mi físico como también, de manera muy importante, a mi alma y a mi espíritu. Inicialmente me ayudaría mucho mi juventud, la concentración a titularme, y la buena condición física, debido a mi afición deportiva del básquet-bol y el caminar por el campo, admirándolo y reflexionando sobre la vida en largos recorridos.
Mi intelecto se concentró en estudiar mi carrera profesional. Y sobre todo, a mi propio fenómeno psicológico abriéndome a todas las ramas esotéricas o científicas que pudieran alumbrar este asunto.
Pasaron los años, y aquella presencia, fue disminuyendo poco a poco.
Después de unos cinco años, yo sentí que me había recuperado lo suficiente, como para tener una buena agilidad mental. Y sobre todo, imaginación. Sin embargo, aquella presencia jamás desapareció en mi juventud por completo, pues resurgía entre mis rescoldos, al constantemente recordar esta situación, para seguir estudiándola, analizándola. Comprendí que esta entidad podía ser casi parte de mí, pues yo la atraje, mi alma o parte ultra biológica se amoldó para darle cabida y más vida a ese ser paranormal. Inicialmente mi persona se debilitó y esta entidad se manifestó con individualidad propia. Era un ser, en mi ser. Pero al haberle dado hospedaje en mi ignorancia, consumía también mi preciada energía ultra biológica y mis facultades. Siendo la imaginación, la que más me afectaba. Sin embargo, al no brindarle atención y con ello energía a esta entidad cuya inclinación principal era la de la adivinación. Al dedicarme al trabajo y estudio de tantas otras cosas, y sobre todo creo, que la actitud de sencillez, concentrar mi energía en el estudio y la fe en lo divino, es lo que atemperó y minimizó esta presencia, al grado de conducirme con el tiempo, de una manera prácticamente normal hasta el final de mi juventud. Y si no fuera porque constantemente trataba de recordar lo más claramente posible esta situación, dentro de los temas de mi estudio paranormal y religioso, creo que esta vivencia pudiera haberse diluido y quedado en el olvido de mi vida, como una extraña, rara y peligrosa vivencia, que quizá solo recordara y explicara, como un raro suceso paranormal o mental pasajero.
Pasaron las décadas y siempre tuve presente ese suceso, que con el tiempo, me hicieron comprender muchas cosas del mundo bajo y oculto, en el cual convivimos. Como lo hacemos con la gravedad. Y que es como un avispero, que si nadie lo toca, no pasa nada. Pero si lo hacemos, ya sea por la vía de la santidad o de la internación en lo diabólico, movemos el avispero y sabemos lo que pude pasar.
Para mí, fue una puerta que me tundió. Pero en la constancia de la observación de este fenómeno, me hizo comprender muchas cosas, e incluso, siento que me dio cierta sensibilidad de las cosas espirituales, tanto bajas, como sublimes.
Bueno esta es mi vivencia de primera mano. Que comparto con gusto.
Como comprenderán a pesar de su extensión, es solo un resumen. Y en cuanto a una posible pregunta, si sigo sintiendo esas presencias. ..¡Claro que sí! Es como vivir en dos mundo, mejor dicho… tres. El mundo de lo natural, la dimensión de lo espiritual con su bajo estrato Y el mundo de lo espiritual divino. Mi intención siempre es dirigir mi energía a este último, a Dios. Pero el mundo natural y el espiritual con su bajo estrato, es muy tentador y distractivo. Creo que porque no tengo la altura espiritual suficiente, como lo observo en lo general, en las personas de mí al derredor. Igual me sucede esto.
Pero esta sensibilidad, ha sido un factor para comprender de primera mano muchas cosas de lo invisible.
Un saludo a todos.:001_smile::001_smile::001_smile:
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Iniciado por VANGELIS
:biggrin:
