Kulturkampf es la palabra que define el intento del canciller Bismarck, de someter las confesiones religiosas al Estado. La Iglesia Católica pasaría de esta forma a ser una “Iglesia Nacional”.
Este deseo ocurre en una época en que la naciente industrialización trae consigo el problema obrero. Grandes masas de gente acuden a las ciudades en la esperanza de trabajar en las fábricas. Viven explotadas y en condiciones inhumanas La palabra “Kulturkampf” define la idea por parte del canciller Bicmarck de someter las. Lo hemos visto en los aportes dedicados a Luis Felipe de Orleans y la Comuna. Es tiempo además, de que Carlos Marx y Engels publiquen en 1848, su “Manifiesto Comunista”. Adam Smicth da a conocer “La Riqueza de las Naciones” y Ricardo defiende un “salario de supervivencia” para la clase trabajadora.
El Concilio Vaticano l pasa de puntillas por lo que se denominaba “cuestión social”. Su tema estrella, como se ha visto ha sido de carácter religioso. Principalmente en lo que se refiere a la infalibilidad del papa y la figura de María en el Catolicismo. Fuera del aspecto religioso, que pertenece al campo de lo individual, el Concilio lo que hace es reafirmar la autoridad del papa. Dicho de otra manera: El “absolutismo” del pontífice.
Para escribir sobre el tema del que lo hago consulto un libro. Se titula “Religión y Moral” y esta escrito por el canónigo Julio Bonatto en el año 1938. El papa que reinaba era Pio Xl. Al abrir sus páginas busco “La Cuestión Romana” que era como en época se definía al proceso de la pérdida de los Estados Pontificios. El libro, que pretende ser divulgativo y no profundizar demasiado en la cuestión narra de manera somera los episodios de Garibaldi, Mazzini y el rey Víctor Manuel que despojan al Papado de sus tierras. Al final nos dice: “ El Papa, para desempeñar su divina misión como jefe de la cristiandad, necesita de una absoluta y visible independencia. Esta independencia en los primeros siglos, la Iglesia no la tuvo de hecho, pero si la tuvo y la tendra siempre de derecho. El poder temporal de los papas fue el medio de que se valió la Providencia para hacer efectiva la independencia del pontificado. No quiso tenerse en cuenta esta condición especial cuando se creyó oportuno suprimir dicho poder a fin de unificar Italia. De ahí nació la cuestion romana”
En los últimos aportes hemos visto que los polacos obedecen a un amo extranjero. Es el zar autócrata que les niega la libertad religiosa. Así mismo, los belgas han de someterse a un rey calvinista, Guillermo l que actua de la misma manera que el zar. Tambien los católicos irlandeses han de admitir nombramientos episcopales que llevan la intervención de un rey protestante. Incluso si nos remontamos a épocas del Medievo en los territorios musulmanes de Al Andalus, el califa lo hacía en los sínodos ¿Hasta que punto existe la independencia?
De alguna manera el “Congreso de Viena” pervive aún. Es el antiguo concepto de que el Orden y la Autoridad derivan de Dios a través de una jerarquía escalonada. Sobre la Tierra refleja el esplendor de un mundo supraterrestre. La Restauración abusó de su poder. La Revolución Francesa había caido en la impiedad. Verdad es que como reacción a la injusticia. Baste recordar los “Tres Estados” y los privilegios de unos pocos. Más no se justifica esa crueldad, tan acentuada con Robespierre, aunque fuese por temor a la invasión enemiga. Es tambien verdad que en la historia de la Iglesia abundan los ejemplos del peligro que supone asociar Religión con Poder. Para hacer triunfar el poder espiritual el papado abusó del temporal. Aunque el escollo, bien pudiera ser que el Estado le prestara ayuda. Una pregunta que me hago: ¿No le hubiese convenido a la Iglesia en el día de hoy el no haberse vinculado con el Poder?
Lamennais, que defendía la separación de la Iglesia y el Estado, lo hacía en el sentido ultramontano. Su pensamiento estaba en otras épocas. Tiempo despues, ya se verá, Dom Helder Camara, obispo de Olinda y Recife, del Brasil abogará por cambios. Será en tiempos del Concilio Vaticano ll. La “Teología de la Liberación” viene a intentar una ruptura con el tiempo del que escribo. Creo que una pregunta que debería hacerse la Iglesia Catolica es : ¿Por qué las Iglesias Evangélicas le van minando terreno?
Poder, nacionalismos y clase obrera tiene mucho en común. Repito que lo hemos conocido en la Comuna y con Napoleón lll. Pio lX convoca el Vaticano l para afirmar su autoridad. Puede que debido a ello, no se pronuncie sobre los problemas humanos, que trae la industrialización. El que si lo hace es su sucesor León Xlll. Como apunté en aporte anterior, a la manera de árbitro entre el Estado y el obrero. Rememorando los tiempos del papa Gregorio Magno. En su encíclica “Rerum Novarum” aboga por salarios más dignos, pero nada dice de la participación de beneficios por parte del obrero, como ya lo había hecho el cardenal Marmillod, en el año 1883 en París. Dio una charla a los obreros sobre la ·Propiedad” en la Union de Fribours. Otro progresista católico fue De la Tour du Pin. No deben olvidarse aquellos protestantes ingleses, que no dudaron incluso, en aliarse con el ala radical del liberalismo. Lo expuseen anterior aporte

---A esto me refería en el aporte del Predicador