¡Por Dios! Están intervenidos por Dios.
A mi el secreto bancario me impide revelar lo que escucho, yo soy muy profesional y no voy a decir por ejemplo que Violetta come uvas que no paga en el Supermercado o que cuando vienen los Testigos le dice a su hijo "dígales que mami no está", jamás, los pecados que escucho mueren conmigo.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Pero es que... es que... es... que... las uvas se veían tan buenas.
Road, tú tienes rato queriéndome confesar, pos qué hice?
Soy inocenteeeeeeee, Toritooooooooooo!!!!!!!
No no no, léase bien, el se-cre-to ban-ca-rio!!! Lo otro es entre Dios y yo y se llama Sigilo Sacramental. El secreto bancario es entre los pecadores y yo.
Y, aquí va una verdadera confesión, contrario a lo que muchos pensarían, los pecados más transgresores son más baratos y los más leves más caros. De esa forma me aseguro un flujo constante de dinero contante y sonante que infla mis cue... que infla las cuentas de la parroquia.
Pero como esto es confesión, no se lo pueden contar a naiden.
A un final viene a ser casi lo mismo porque no puedo decir si Violetta estipendió US$ 10,00 o US$ 375,00!!
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Confieso no tener dinero pa' la confesión.-
Ya ya fieles!! Confieso que también confieso de crédito!!
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.