DESHEREDADOS
¿Quiénes, abatidos
nuestra tierra dejamos?
¿Quiénes fuimos y son
los que un día partimos
hacia un mundo ignorado?
En el camino ya, estamos
Y seguimos sin respuesta.
Pero a pesar de que a la fuerza
pueblos y tierra dejamos,
un grito de congoja sigue
agrietando de rabia
nuestro pecho.
¡Que lejos quedo nuestro pueblo!
su alto campanario y su
plaza tan bonita, como también
sus calles y fuentes,
nuestros vecinos y padres.
Tierra que un día dejamos
para seguir en las mismas
malas manos y que como ahora
en su día de ella nos echaron.
Pablo García