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Tema: El padre de las criaturas PARTE 1

  1. #1
    Fecha de Ingreso
    20-marzo-2010
    Mensajes
    7

    Predeterminado El padre de las criaturas PARTE 1

    “El padre de las criaturas” es un relato escrito de manera sencilla y el cual debido a su extensión, yo he dividido en cuatro partes para de ese modo evitar que su lectura sea pesada.
    Espero que mi relato sea de su agrado y por favor no olviden dejar comentarios. Gracias.

    Primavera de 1987. Llevando consigo una canasta de mimbre y un par de tijeras, Mijail Ivanov, un hombre de nacionalidad rusa de 51 años de edad y dueño de una abundante barba, caminaba con dirección a su jardín el cual se ubicaba en la parte trasera de su casa. El jardín de Mijail era muy hermoso, estaba perfectamente cuidado y sobre todo lleno de una gran variedad de flores.
    Era domingo y Mijail tenía planeado ir al parque como cada fin de semana.
    Mijail cortó 15 de sus mejores rosas blancas, le quito las espinas a cada una y las puso con mucho cuidado dentro de la canasta.

    Mijail tomo una refrescante ducha y desayuno muy bien después de terminar su trabajo en el jardín. Él residía en un barrio muy tranquilo donde la gente vivía del modo como el partido comunista se lo exigía.

    Mijail se puso encima un modesto traje de color gris, adorno su cabeza con un sombrero del mismo color e hizo una llamada telefónica antes de abandonar su hogar.

    El parque al cual Mijail siempre iba se encontraba en el centro de de la ciudad de Moscú.
    Mijail llego al parque trayendo consigo la canasta con las quince rosas blancas dentro. Él camino por el parque sonriendo y mirando atentamente a todas las jóvenes con las que él se topaba.
    Una linda joven de figura delgada y que usaba anteojos fue la primera a quien Mijail le obsequio una rosa blanca.
    -Muchas gracias, señor –dijo la joven sonriendo inocentemente y sin saber que al recibir esa rosa blanca, ella misma estaba firmando su sentencia de muerte.
    -De nada, bella señorita –dijo Mijail galantemente-. Nos vemos en mi laboratorio.
    La joven no le dio mucha importancia a lo último que Mijail dijo. Ella siguió su camino oliendo el exquisito aroma de la rosa blanca.

    Un total de veinte agentes de la KGB ocultos en el parque observaban a quienes Mijail les obsequiaba las rosas. Ellos estaban al servicio de Mijail y sus órdenes eran seguir a cada chica que tuviera una rosa blanca.

    El último domingo de cada mes Mijail iba al parque con la única intención de escoger a las próximas jóvenes que él utilizaría para sus macabros experimentos.
    Mijail era un magnifico científico quien gracias a su amistad con Yegor Semak, un poderoso e influyente miembro del partido comunista soviético, él podía disponer de todos los recursos necesarios para sus experimentos. Mijail y Yegor eran amigos desde la infancia.
    Yegor convenció a los altos mandos del ejército ruso sobre lo beneficioso que seria para la milicia apoyar los experimentos de Mijail.
    Por años Mijail se encargo de desarrollar armas químicas para el ejército ruso y medicamentos para combatir la radiación en caso de un holocausto nuclear.
    Pero a mediados de los años 80 del siglo 20 Mijail comenzó a experimentar con animales y seres humanos.
    El sueño más ambicioso de Mijail era crear una nueva y poderosa raza de criaturas que tuvieran lo mejor de los seres humanos y de los animales.
    Los altos mandos de la milicia rusa apoyaron la creación de aquella nueva raza porque quedaron seducidos con la idea de tener seres de esas características formando parte de sus fuerzas armadas.

    Mijail nunca uso hombres para sus experimentos, él solo experimentaba con jóvenes bellas porque era una forma de vengarse de las rameras que atormentaron a su hermana menor solo por ser fea lo cual provoco que ella se suicidara a los 17 años.

    El laboratorio de Mijail se encontraba bajo tierra. En aquel lugar sin ventanas, pintado totalmente de gris y en donde solo se respiraba muerte Mijail tenía como única compañía a su mascota Svetlana.
    Svetlana era originalmente una hermosa perra siberiana. Mijail la uso en uno de sus primeros experimentos en busca de una nueva raza el cual tuvo mucho éxito.
    Mijail unió la cabeza de la perra con el cuerpo de una escultural mujer de 20 años.
    Gracias a aquel exitoso experimento Mijail gano una eficiente sirvienta y una excepcional ayudante. Svetlana vivía en el laboratorio y allí ella tenía su propia habitación.
    Mijail se encargo de dotar a Svetlana de una inteligencia superior para que de esa manera ella pudiera controlar perfectamente su nueva anatomía
    Svetlana jamás usaba ropa y siempre caminaba desnuda por todo el laboratorio.

    Apenas abrió la puerta de acero de su laboratorio Mijail fue bombardeado por los gritos aterrorizados de las quince jóvenes a quien él les había regalado rosas blancas el día anterior.
    Las bellas jóvenes estaban desnudas y encerradas cada una en una jaula donde ellas solo podían estar de rodillas. Todas tenían mucho miedo y las lágrimas no dejaban de emanar de sus ojos.

    Las quince jóvenes reconocieron de inmediato a Mijail en cuanto él se quito su sombrero.
    -Usted me regalo una rosa blanca ayer –dijo la primera joven a quien Mijail le había obsequiado una rosa en el parque-. ¿Qué está usted haciendo aquí?
    -Yo trabajo aquí, bella señorita –dijo Mijail sonriendo y colocándose su bata blanca.
    -¡¿Qué quiere de nosotras, bastardo?! –pregunto una joven de ojos azules y cabello rubio llena de rabia y miedo.
    -Solo quiero que luzcan como mi querida Svetlana para que le hagan compañía –dijo Mijail-. ¡Svetlana, ven aquí!
    Las quince jóvenes quedaron horrorizadas cuando vieron a Svetlana frente a ellas. Pero el horror se acrecentó aun más cuando Mijail quito la manta que cubría una enorme mesa de acero y dejo al descubierto tres cuerpos de hembras humanas con cabezas de perro y cuatro cuerpos de perros callejeros con cabezas de lindas jovencitas. Los siete híbridos estaban muertos, sucios y tenían sangre saliendo por sus bocas, orejas y narices.

    Cada una de las jóvenes suplico por su libertad e incluso algunas ofrecieron convertirse en las putas de Mijail a cambio de que él no experimentara con ellas. Pero Mijail no quería sus cuerpos para fines sexuales sino para fines científicos.
    Los gritos de dolor y sufrimiento de las quince jóvenes nunca fueron oídos más allá de las paredes del laboratorio y todas terminaron convirtiéndose en aberraciones de la naturaleza que apenas duraron con vida un par de días.

    Muy pocos híbridos lograron vivir más de un mes lo cual convirtió a Svetlana en la mejor que Mijail consiguió crear.
    Crear híbridos solo fue el primer paso hacia la creación de la nueva y poderosa raza con la cual Mijail soñaba.
    Mijail jamás permitió que el ejército soviético apartara a Svetlana de su lado porque para él, ella no solo era un hibrido perfecto sino también su mejor amiga y compañera.
    Última edición por la lore; 20-mar.-2010 a las 22:38 Razón: una palabra mal escrita

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