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Porque25
ENTONCES, PARA RESUMIR EL TEMA SOBRE LOS MATRIMONIOS Y LA FORNICACIÓN:
Jesucristo también [/B]nos dice que los que están unidos a una mujer, que no se separen de ella para irse con otra.
Y el Señor también prohibió las costumbres de que los hombres mataran a las mujeres cuando eran acusadas de adulterio, pues el mandamiento de Dios nos dice: NO MATARÁS, que perdonemos a nuestros hermanos setenta veces siete, y también nos dice que el que no haya pecado nunca, que tire la primera piedra, prohibiendo así a los hombres que maten a las personas porque todos somos pecadores.
MUCHAS MUJERES SON ASESINADAS CADA DÍA POR LOS CELOS Y LA FALTA DE AMOR QUE OBRA POR LA MISERICORDIA.
Muchos hombres, llenos de celos por las mujeres que viven con ellos, cuando se llenan de desconfianza, pegan a las mujeres y las pueden hasta matar, así como estamos viendo tantos casos de mujeres asesinadas todos los días. ¿Cuál sería el remedio para ello?...
Por otro lado, los hombres, cuando ya llevan un tiempo con una mujer, aunque la quieran, en la mayoría de los casos se sienten atraídos por otras mujeres y desearían tener la libertad de tener en su casa otras mujeres. Y como esto, ni el mundo ni las religiones se lo permiten, entonces reniegan de todo lo que les rodea, se sienten incomprendidos, y por esta causa también ocurren muchos asesinatos de mujeres en el mundo. ¿Cuál sería también el remedio para ello?...[/SIZE][/FONT]
¿VIVIR DE DOS EN DOS AISLADOS EN LAS CASAS? ¿O VIVIR EN COMUNIDAD?...
La respuesta a estas preguntas nos la entregan el Evangelio y también el libro de Hechos de los apóstoles. Jesucristo nos dice:
"Los hijos de este siglo se casan y se dan en casamiento, mas los que son tenidos dignos del siglo aquel de obtener también la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento...". (Lucas 20:34-36)
Jesucristo también nos dice:
"Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.......... Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta". (Mateo 25:1-10)
Jesucristo aquí en este ejemplo nos da una enseñanza de cómo quiere ser amado, y así quiere que nos amemos unos a otros:
"Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". (Juan 13:34-35)
"... Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando". (Juan 15:10-14)
CÓMO VIVÍAN LOS PRIMEROS CRISTIANOS
Como hemos visto, por los matrimonios, por los celos y por las desconfianzas, y por vivir de dos en dos como imponen las religiones del mundo (matrimonio monógamo), están sucediendo calamidades todos los días. Pero los primeros cristianos ni se casaban ni se daban en matrimonio, ni vivían de dos en dos aislados en las casas.
Los primeros cristianos vivían en comunidades y así era la ayuda mutua mucho mayor y los hombres que vivían con mujeres eran vigilados por toda la comunidad para que respetaran a las mujeres y no las hicieran daño, pues todos vivían unidos y eran de un sólo corazón y una sola alma:
"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". (Hechos 2:42-47).
"Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. ". (Hechos 4:32-
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