Mientras el corazón palpite de amor tan sólo por unos cuantos seres, los más queridos e inmediatos, ¿como podrá el resto de la humanidad estar en nuestras almas? ¿Que resto de amor y solicitud quedará en vosotros para profesarlo a la "gran huérfana"? ¿y como se hará oír "la tenue y callada voz" en un alma enteramente ocupada en sus predilectos deudos? ¿Que lugar se deja allí para las necesidades de la humanidad en conjunto, de modo que el corazón las sienta y a ellas responda fácilmente?
Solo el altruismo, no el egoísmo, ni aun en su más noble y legítimo concepto, pueden conducir al hombre a identificar su individual Yo con el Yo Universal. El verdadero discípulo del verdadero Ocultismo ha de consagrarse a la obra de satisfacer las necesidades de la humanidad si quiere adquirir la Sabiduría Divina y el Conocimiento.( H. P. Blavatsky. Ocultismo Practico)