Los imperios del mundo se fortalecen con las guerras y hacen que el mundo adoren las guerras, las penas de muerte y los castigos terribles contra los enemigos... Entonces las guerras del mundo son la bestia y la bestia son las guerras y los imperios del mundo preparados para la guerra... Pero Jesucristo mandó que se ame a los enemigos para que algún día se acaben los odios entre los hombres, y así se acaben las guerras...
Pero los imperios del mundo le han dado la espalda a las misericordiosas enseñanzas del Evangelio... Entonces que podemos esperar...
Última edición por misericordia; 21-feb.-2019 a las 15:41
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
Usando tu argumento, es más lógico es que la bestia sea las enfermedades, porque estamos llenos de enfermedades a través de los siglos.Es muy lógico que la bestia sea la guerra porque estamos llenos de guerras a través de los siglos.
O, que sea la primavera, ya que estamos llenos de primaveras desde el comienzo de los siglos.
Qué brutalidad de argumentos tontos son los que das, estimado, son igualmente absurdos como lo que he parafraseado de los tuyos..
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
""Los imperios del mundo se fortalecen con las guerras y hacen que el mundo adoren las guerras, las penas de muerte y los castigos terribles.....
Los imperios del mundo le han dado la espalda a las misericordiosas enseñanzas del Evangelio... ¿Entonces que podemos esperar?""...
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
Más bien está avisando sobre los imperios del mundo, lo que hacen los imperios del mundo para que todos adoren a la bestia y hagan lo que quiere la bestia: hacer guerras y matar a las personas o justificar que se hagan esas cosas.
Para no adorar a la bestia ni hacer lo que quiere la bestia, hay que ser fieles a lo que enseña el Evangelio, que manda amar a los enemigos y que no se haga daño y se mate a las personas, sino que se las perdone y se tenga misericordia con todos.