Usted se preguntará una vez más si acaso uno puede y otro tampoco dilucidarlo puede, ¿tomar un café lo hará posible?
La respuesta es: claro que si. Era tan evidente. Y, tan obvio, prácticamente todos coincidían: 3X1 es 3, y 3x3 llueve. ¿Como no coincidir?
Luego, todo parecía lógico e inútil, tanto que nadie bailó esa noche ninguna bachata, así que decidió que irse de marcha era lo mejor, ¿para que quedarse?
Entonces se quedó pensando como siempre en las musarañas, sin prestar atención, con pestañas quietas, ojos bien abiertos y nalgas prietas, sin apenas respirar, intentando contener ese mal pensamiento que quería salir por vía rectal, ¡apremiadamente!, y sin anestesia... De pronto, Puuufffffffssss, salió del sueño. Alucinación hipnopómpica experimentó, raro nombre tenia, pero empiricamente real -como el pavo- y la gallina de mi vecina, que cobardemente acusaba al pollo Ricardo sin conocerle, simplemente por hacer ver hacia otro lado, ¡qué huevos tenía!, vendia por docena. Mi prima compró y estaban podridos; terminó por regresarlos, pero mi tía los cocino igual; uf, que asco! Cuando la ambulancia se acercaba lentamente a modo caracol, notaron se olvidaron de las lavativas junto al queso, y los huevos duros de pelar. La abulancia llegó