Los fantasmas atraviesan las
rejas de la negación y vuelven
otra vez a pedirme un por qué.
Corro en medio de las tinieblas
acosado por sus gritos y tropiezo
con el cadáver del ángel que hace
tiempo asesiné.
Y abrazo el cuerpo putrefacto, y
soy también un espectro.
Sosteniendo su cabeza entre mis
manos le suplicó "¡Volvé!"