Iniciado por
Zampabol
A veces cuando los hijos viven con los padres "tienen mucha cara" ¿Escuchan los hijos a los padres que lo han dado todo por ellos y han dedicado casi toda su vida a procurarles un futuro lo más prometedor posible?
¿Entienden los hijos, cuando viven con los padres, que ya va siendo hora de devolver algo de lo que se ha recibido y dejar de ser niños de una vez por todas?
¿Saben los hijos, que viven con los padres, que deben intentar facilitar la vida a sus padres en la última etapa de la misma porque los "pobres" padres ya van de vuelta y los nenes van de ida?
Yo entiendo que cuando se habla de los niños que viven con los padres, se habla de "niños" ya maduritos (de otra manera viven con los padres quieran o no quieran) en edad de trabajar o estudiar, y que si están con los padres es porque no tienen posibilidad de vivir por cuenta propia.
Pero...decir que los padres tienen la obligación de oir a estos nenes grandes.....
¿No será al revés?
Si estamos hablando de niños pequeños o adolescentres, no he dicho nada, y están dentro de las facultades y obligaciones paternas hacer todo eso de intentar comprenderlos y hacer que su autoestima no se venga por los suelos, etc etc etc, que sabemos los padres que ocurre.
Ahora bien, si todos estos "políticamente correctos" están dando a entender, que a los niños hay que darles todo lo que quieran, comprenderlos cuando a ellos les de la gana, darles todo lo que pidan para que no se frusten, contemplarlos como si fueran un Picasso, o subvencionarles todas las juergas para que no adquieran algún complejo propio de la sociedad de consumo.....
R: Considero que en los hijos se debe mantener la frase que he escuchado... "Ni todo el dinero, ni todo el tiempo, ni todo lo que pida".
¡¡¡¡¡Un carajo para los niños!!!!! (pero esto lo sabemos los padres con los años, los nuevitos seguirán pensando que van a descubrir la pólvora a la vuelta de cualquier esquina.)
Un saludo y cuidado con los niños....
Pd. Para mi, lo niños dejan de ser niños entre los 18 años y los 20 años. Los más maduritos empiezan a cruzar la raya del "carota".