Iniciado por
Nietzscheano
Al principio de los tiempos creó Dios un ser sibilino;
hermoso, valiente e indiferente lo creó.
Quiso Dios a este prístino ser mujer llamar
pero al mencionar la palabra atónito quedó
y ahí la suerte plasmó un fatal destino.
Cuando acechar a una sola mujer ya no fue suficiente
para saciar el atisbo soslayado
de aquél que a su Eva a toda hora contemplaba
quiso cinco y seis Evas crear este Dios abnegado
e indulgente consigo procedió El Hábil connivente.
Viendo que sus Evas en el paraíso felices retozaban,
y a los placeres del amor entre ellas sucumbían,
sintió celos este Dios espectador.
Las Evas, sin saber que sus asuntos a Dios incumbían,
despojadas de todo por el paraíso se paseaban.
Privadas del prejuicio, el menester y la ocupación;
la pasión, el placer y la concupiscencia
se apoderaban de sus ciclos de vida.
Con enorme fruición y mutua aquiescencia
pronto las mujeres devinieron en morada para La Seducción.
Envidioso porque de lo impúdico no formaba parte
no quiso más este Dios esconder su desbordamiento.
En forma de un ser medianamente parecido a la mujer,
ostentando viril su forma, caminó al primer acercamiento
pero con hermetismo incontinente ellas negaron su arte.
Enojado este voluptuoso Dios quiso a las mujeres castigar
pues a su etéreo pero desolado lar tuvo que regresar afligido
"Una costilla y su vida inmortal les quitaré
en resarcimiento por desdeñarme y no haberme acogido"
Aunque al final, infinito y misericordioso, el castigo decidió mitigar.
La inmortalidad no es para todos los seres concebidos
pero no por eso han de perecer sin dejar rastro de su existencia
Hijos les daré para prolongar su estirpe.
Con amor primero y luego dolor, hombre y mujer formarán descendencia
pero del amor lésbico, prístino amor, estarán siempre los vástagos excluidos.
Después del principio del tiempo creó Dios un ser manifiesto;
protector, valiente e inteligente lo creó,
Quiso Dios a este prístino ser hombre llamar,
pero al querer hacerle su igual complacido quedó,
en él la estirpe divina plasmó y un venturoso destino le gestó.
Creole Dios como la mitad de algo que imaginar no era suficiente
y para saciar el atisbo de un imposible igual,
mandó Dios al hombre los animales nombrar,
observó así el hombre que ellos de dos en dos era su pasar,
e indulgente consigo deseó para si, que una compañera le era conveniente.
Preparado para señorear como menester planeó del mundo la dominación;
la pasión, e ideal de compartirlo con esa extraña ausencia,
se apoderaba de él a diario la sensación de su presencia.
Con enorme fruición y vehemente aquiescencia
pronto su corazón preparado quedó para recibir de Dios la provisión.
Satisfecho Dios del hombre ser de tal valor y de su abstracción parte,
no quiso más Dios aplazar del varón el amor en desbordamiento.
le hizo dormir y de junto a su corazón tomó un trozo de su ser y de él formó a la mujer.
Despertó ostentando viril su forma y ella ojos tuvo solo para él desde el primer momento,
desde entonces el alma del varón siempre fue, de la mujer su arte.
Complacido Dios una familia declaró, así de la humanidad la soledad logró mitigar,
pero un envidioso ángel desolador tuvo a mal, tornar al hombre en afligido,
y propuso en su ser con saña por el pecado, de Dios los alejaré,
en resarcimiento por desdeñarme Dios y en su presencia no haberme más acogido.
Por ello Dios un árbol preparó para que el hombre y su mujer pudieran perdón alcanzar.
La inmortalidad es para todos los seres concebidos,
pero no por eso han de malignamente atribuir, un bastardo origen a su existencia,
para esto de Dios hijos de nuevo debemos nacer, para gozar de su eterna estirpe.
Con amor primero y luego dolor, hombre y mujer formarán descendencia,
pero de la perversa pasión los vástagos, de la presencia de Dios estarán para siempre excluidos.
...Pd ...cualquier semejanza literaria, es mera coincidencia ... :001_tt2:
Mito sobre la creación del hombre
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:biggrin:
