Hola Parzival,
Un gusto como siempre cruzarte en un tema.

No sé; quien escribió esas palabras està lleno de espíritu de grandeza. Que las haya copiado o aprendido de memoria no puedo saberlo.

De todos modos, la dimensión de un hombre se mide por sus obras. Aquellos cuyas obras trascienden a su muerte, por años, por siglos, por la edad de la Humanidad, tienen la corona de la Gloria en sus sienes. Repito, quizás en vida no lograron advertir lo que la Historia les deparaba; quizás fueron considerados en vida simples soñadores, genios locos, bastoneados pacifistas o guerrilleros trasnochados.

Pocas, y muy pocas, veces leo algún joven que presente una chispa de ideal, de pasión, de virtud, de gloria, de honor, que cuando aparece uno, aunque sea simulado, es sorprendente para mì y no puedo reirme de él sino aplaudirlo. Se distingue por el solo hecho de entender que pretediendose glorioso es màs; y no por tener un iPod mejor ¿Me explico? Hay ya algo superior.

Tù me hablas de Pantera o Rafael, no sé, pero para mì hay merito en quien, al menos en intención, quiera blandir la bandera de los valores humanos.

Un cordial saludo.