En torno al héroe todo se convierte en tragedia, en torno al semidiós, en drama satírico; y en torno a Dios - ¿cómo?, ¿acaso en «mundo»? –
En torno al héroe todo se convierte en tragedia, en torno al semidiós, en drama satírico; y en torno a Dios - ¿cómo?, ¿acaso en «mundo»? –
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Vamos a suponer que cierto día o cierta noche un demonio se introdujera furtivamente en la soledad
más profunda y te dijera:«Esta vida, tal como tú la vives y la has vivido,
tendrás que vivirla todavía otra vez y aun innumerables veces; y se te repetirá
cada dolor, cada placer, y cada pensamiento, cada suspiro y todo lo
indeciblemente grande y pequeño de tu vida. Además todo se repetirá en el
mismo orden y sucesión... y lo mismo este instante y yo mismo. El eterno reloj
de arena de la existencia se le dará la vuelta siempre de nuevo, y tú con él,
corpúsculo de polvo».¿No te echarías al suelo, rechinarías los diente y
maldecirías al demonio que así te hablase? O puede que hayas tenido alguna
vez la vivencia de un instante prodigioso en el que responderías:«¡tú eres un
dios y nunca oí nada más divino!». Si aquel pensamiento llegase a apoderarse
de ti, te transformaría como tú eres y acaso te aplastaría. En todo tu obrar, a
cada cosa y a cada paso, se impondría como la carga más pesada la
pregunta:«¿quieres que se repita esto otra vez y innumerables veces?». O
¿cómo tendrías tú que ser bueno para ti mismo y para la vida, no aspirando a
nada más que a confirmar y sellar esto mismo eternamente?
F. Nietzsche- La gaya ciència
341 La carga más pesada.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
“La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo.
Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.”
Author:Friedrich Nietzsche, Engaño
¿Quieres marchar, hermano mío, a la soledad? ¿Quieres buscar el camino que lleva a ti mismo? Detente un poco y escúchame.
«El que busca, fácilmente se pierde a sí mismo. Todo irse a la soledad es culpa»: así habla el rebaño. Y tú has formado parte del rebaño durante mucho tiempo.
La voz del rebaño continuará resonando dentro de ti. Y cuando digas «yo ya no tengo la misma conciencia que vosotros», eso será un lamento y un dolor.
Mira, aquella conciencia única dio a luz también ese dolor: y el último resplandor de aquella conciencia continúa brillando sobre tu tribulación.
Pero ¿tú quieres recorrer el camino de tu tribulación, que es el camino hacia ti mismo? ¡Muéstrame entonces tu derecho y tu fuerza para hacerlo!
¿Eres tú una nueva fuerza y un nuevo derecho? ¿Un primer movimiento? ¿Una rueda que se mueve por sí misma? ¿Puedes forzar incluso a las estrellas a que giren a tu alrededor?
¡Ay, existe tanta ansia de elevarse! ¡Existen tantas convulsiones de los ambiciosos! ¡Muéstrame que tú no eres un ansioso ni un ambicioso!
Ay, existen tantos grandes pensamientos que no hacen más que lo que el fuelle: inflan y vuelven aún más vacíos.
¿Libre te llamas a ti mismo? Quiero oír tu pensamiento dominante, y no que has escapado de un yugo.
¿Eres tú alguien al que le sea lícíto escapar de un yugo? Más de uno hay que arrojó de sí su último valor al arrojar su servidumbre.
¿Libre de qué? ¡Qué importa eso a Zaratustra! Tus ojos deben anunciar con claridad: libre para qué?
¿Puedes prescribirte a ti mismo tu bien y tu mal, y suspender tu voluntad por encima de ti como una ley?
¿Puedes ser juez para ti mismo y vengador de tu ley?
Terrible cosa es hallarse solo con el juez y vengador de la propia ley. Así es arrojada una estrella al espacio vacío y al soplo helado de la soledad.
Hoy sufres todavía a causa de los muchos, tú que eres uno solo: hoy conservas aún todo tu valor y todas tus esperanzas.
Mas alguna vez la soledad te fatigará, alguna vez tu orgullo se curvará y tu valor rechinará los dientes. Alguna vez gritarás «¡estoy solo!»
Alguna vez dejarás de ver tu altura y contemplarás demasiado cerca tu bajeza; tu sublimidad misma te aterrorizará como un fantasma. Alguna vez gritarás: « ¡Todo es falso!»
Hay sentimientos que quieren matar al solitario; ¡si no lo consiguen, ellos mismos tienen que morir entonces! Mas ¿eres tú capaz de ser asesino?
¿Conoces ya, hermano mío, la palabra «desprecio»? ¿Y el tormento de tu justicia, de ser justo con quienes te desprecian?
Tú fuerzas a muchos a cambiar de doctrina acerca de tí; esto te lo hacen pagar caro. Te aproximaste a ellos y pasaste de largo: esto no te lo perdonan nunca.
Tú caminas por encima de ellos; pero cuanto más alto subes, tanto más pequeño te ven los ojos de la envídia. El más odiado de todos es, sin embargo, el que vuela.
«¡Cómo vais a ser justos conmigo! -tienes que decir - yo elijo para mí vuestra injusticia como la parte que me ha sido asignada».
Injusticia y suciedad arrojan ellos al solitario: pero, hermano mío, si quieres ser una estrella, ¡no tienes que iluminarlos menos por eso!
¡Y guárdate de los buenos y justos! Con gusto crucifican a quienes se inventan una virtud para sí mismos, odian al solitario.
¡Guárdate también de la santa simplicidad! Para ella no es santo lo que no es simple; también le gusta jugar con el fuego - con el fuego de las hogueras para quemar seres humanos.
¡Y guárdate también de los asaltos de tu amor! Con demasiada prisa tiende el solitario la mano a aquel con quien se encuentra.
A ciertos hombres no te es licito darles la mano, sino sólo la pata: y yo quiero que tu pata tenga también garras.
Pero el peor enemigo con que puedes encontrarte serás siempre tú mismo; a ti mismo te acechas tú en las cavernas y en los bosques.
¡Solitario, tú recorres el camino que lleva a ti mismo! ¡Y tu camino pasa al lado de ti mismo y de tus siete demonios!
Un hereje serás para ti mismo, y una bruja y un hechicero y un necio y un escéptico y un impío y un malvado.
Tienes que querer consumirte a ti mismo en tu propia llama: ¡cómo te renovarías si antes no te hubieses convertido en ceniza!
Solitario tu recorres el camino del creador: ¡con tus siete demonios quieres crearte para ti un Dios!
Solitario, tú recorres el camino del amante: te amas a ti mismo, y por ello te desprecias como sólo los amantes saben despreciar.
¡El amante quiere crear porque desprecia! ¡Qué sabe del amor el que no tuvo que despreciar precisamente aquello que amaba!
Vete a tu soledad con tu amor y con tu crear, hermano mío; sólo más tarde te seguirá la justicia cojeando.
Vete con tus lágrimas a tu soledad, hermano mío. Yo amo a quien quiere crear por encima de sí mismo, y por ello perece. -
Así habló Zaratustra.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Hay muchas partes recuperables en este libro, entre ellas la que cito, no puedo imaginarme la teoria del hombre superior que inspiro a Nietzche para escribir este libro.Hoy sufres todavía a causa de los muchos, tú que eres uno solo: hoy conservas aún todo tu valor y todas tus esperanzas.
Mas alguna vez la soledad te fatigará, alguna vez tu orgullo se curvará y tu valor rechinará los dientes. Alguna vez gritarás «¡estoy solo!»
Alguna vez dejarás de ver tu altura y contemplarás demasiado cerca tu bajeza; tu sublimidad misma te aterrorizará como un fantasma. Alguna vez gritarás: « ¡Todo es falso!»
Hay sentimientos que quieren matar al solitario; ¡si no lo consiguen, ellos mismos tienen que morir entonces! Mas ¿eres tú capaz de ser asesino?
Y la cueva?
Soledad, dolor, tribulación, melancolía... ¿Son estos sentimientos el precio a pagar por alejarse de esa conciencia única creadora o son más bien lo que motiva a querer salirse del rebaño?
¿Te sentiste solo y te saliste del rebaño o saliste del rebaño y te sentiste solo?
Quisiera saber en qué momento se escapó mi alma.
Quisiera creer que hoy la conciencia única no brilla más sobre mi.
Quisiera saber si soy capaz de ser el asesino de los sentimientos que pretenden matar-me.
Quisiera saber el significado de muchas palabras: desprecio, justicia, injusticia...
Quisiera saber si desde muy antes estaba fuera ya, tratando de mirar adentro, con las rodillas dobladas, tratando de mirar adentro, pero fuera... ¿Cómo saberlo?
"Pero el peor enemigo con que puedes encontrarte serás siempre tú mismo; a ti mismo te acechas tú en las cavernas y en los bosques."
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Oh alma mía, comprendo la sonrisa de tu melancolía: ¡También tu inmensa riqueza extiende ahora manos anhelantes!
¡Tu plenitud mira por encima de mares rugientes y busca y aguarda; el anhelo de la sobreplenitud mira desde el cielo de tus ojos sonrientes!
¡Y, en verdad, oh alma mía! ¿Quién vería tu sonrisa y no se desharía en lágrimas? Los ángeles mismos se deshacen en lágrimas a causa de la sobrebondad de tu sonrisa.
Tu bondad y tu sobrebondad son las que no quieren lamentarse y llorar: y, sin embargo, oh alma mía, tu sonrisa anhela las lágrimas, y tu boca trémula, los sollozos.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Los discursos de Zaratustra
Tres transformaciones del espíritu os menciono: como el espíritu se convierte
en camello, como el camello en león y como el león, por fin, en niño.
¿Quien es el gran dragón al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni
dios? <<Tu quieres>> se llama el gran dragón, pero el espíritu del león dice
<<yo quiero>>.
Detras de tus pensmientos y sentimientos, hermano mío, se encuentra un
soberano poderoso, un sabio desconocido, llámase <<si-mismo>>. En tu
cuerpo habita, es tu cuerpo.
Una cosa es el pensamiento, otra la acción y otra la imagen de la acción.
Valerosos, despreocupados, irónicos, violentos así nos quiere la sabiduría: es
una mujer y ama siempre únicamente a un guerrero.
Manos invisibles son las que peor nos doblan y maltratan.
¿Vosotros decís que la buena causa es la que justifica la guerra? Yo os digo:
La buena guerra es la que santifica toda causa.
Cada pueblo habla su lengua propia del bien y el mal: el vecino no la
entiende. Cada pueblo se ha inventado su propio lenguaje en costumbres y
derechos.
En verdad quien poco posee, tanto menos es poseido.
Al hombre del conocimiento le disgusta bajar al agua de la verdad no cuando
está sucia, sino cuando no es profunda.
¿Has visto ya dormir a tu amigo para conocer cuál es su aspecto?
Leyes de superación de los pueblos: Griegos: Siempre debes ser tu el primero
y aventajar a los otros: a nadie, excepto al amigo, debe amar tu alma
celosa. Persas: Decir la verdad y saber manejar el arco y las flechas.
Judios: Honrar a padres y madres y ser dóciles con ellos hasta la raiz del
alma. Alemanes: Guardar fidelidad y dar por ella el honor y la sangre aun por
causas malvadas y peligrosas
Los mas lejanos son los que pagan vuestro amor al prójimo; y en cuanto os
juntais cinco, siempre tiene que morir un sexto.
Dos cosas quiere el varón auténtico: peligro y juego. Por ello quiere él la
mujer, que es el mas peligroso de los juguetes.
Pero una juventud tardía se mantiene joven durante mucho tiempo.
No hay que dejarse comer en el momento que mejor sabemos.
Símbolos son todos los nombres del bien y del mal: no declaran, solo hacen
señas. ¡Tonto es quien de ellos quiere sacar saber!
Mil senderos existen que aún no han sido recorridos
o soy muy p....jo.. o wey, porque yo aunsigo sin entender este hilo, me podrian esplicar...
(demonios espro que no me comparen con Nahomypor esto) pero quiero aclarar mi duda y no me gusta quedarme con ninguna duda..