“el arte es la tarea más alta y la única actividad esencialmente metafísica de la vida”.
Nietzsche

La tragedia griega nos muestra de un modo bello la verdad, Nietzsche nos presenta su percepción de Esquilo y de Sófocles, quienes presentan lo trágico de la existencia; mientras que Eurípides es presentado por el autor como “una máscara por cuya boca no hablaba ni Dionisos ni Apolo, sino un demonio que acababa de aparecer, llamado Sócrates”.

El hombre es el responsable de valorar, darle sentido a las cosas. Sin embargo el hombre tiende a no reconocer esta verdad básica, pretendiendo que el mundo tiene un sentido objetivo, trascendente; esta concepción se encuentra mejor expresada en Platón quien postula que para que podamos entender este mundo es necesario “suponer” la existencia de otro, mas real y metafísico.

A partir de este aspecto, no se puede hablar de que algo es verdadero, bueno o bello, ni siquiera de que es, si no existieran la verdad, la bondad, la belleza y el ser en sí mismos. (recordar a Kant)

La cultura occidental está basada, según Nietzsche, en esta afirmación del mundo suprasensible, que constituye "la gran mentira". Dentro de esta mentira, los ideales, los valores, las normas, no se presentan como la ocurrencia de algunos sino como el resultado de la reflexión sobre las condiciones de posibilidad de la existencia del mundo sensible, de donde surge su carácter objetivo y trascendente.

Fuente: El origen de la Tragedia escrito a fines de 1871