No vi quien la hizo y Carl Sagan merecerá mis respetos, pero sigue siendo una afirmación infundada. De todos modos, nadie cuestiona la capacidad de Einstein, pero tampoco hay quien dude de la carga también dogmática de su famosa frase de que Dios no juega a los dados con el universo; frase formulada justamente para justificar el antojo de que necesariamente debiesen existir las llamadas leyes universales.