Para el hombre:
Coges una mosca, le quitas las alas de un lado. Llenas la bañera y te pones dentro, el nivel del agua a de permitir que el pene en erección quede el prepucio fuera del agua, coges la mosca y la dejas sobre tu prepucio.
Al o poder volar y querer marchar dará vueltas sobre tu prepucio con gran excitación. Vigila que el pene apunta a tu cara.

Para la mujer:
Masturbarte frotando los muslos entre sí, usualmente acostada, pero puedes hacerlo sentada (en una oficina, en un bus, etc.) Los frotas rítmicamente, poniendo una sutil presión sobre el clítoris. La tensión gradualmente lleva a un orgasmo.