Adriana. Fue la niña más linda de mi escuela, y posteriormente fue la señorita más linda del colegio. Y es que realmente era bella, atraía miradas por donde quiera que pasaba, pero no miradas de morbo, no miradas de deseo, sino miradas de admiración, era tal su belleza!
Por alguna extraña causa del destino la única persona que no percibió esa belleza fue ella misma. "Todo el tiempo se veía y decía que estaba gorda" decían sus mejores amigas.
Murió de leucemia antes de cumplir sus 15 años. Aún recuerdo su funeral, todos mis amigos y conocidos, aún los que yo consideraba fuertes, lloraban. Nadie tuvo tiempo ni deseos de esconder ese dolor que esa muerte causó, ni siquiera yo...