Iniciado por
Pantera Negra
Algún día del mes de enero de 2010, vi el programa ese titulado “La rosa de Guadalupe”. En cuyo capítulo, un hombre “ejemplar” agobiado por la falta de un trabajo con ingresos para él decorosos; decide aceptar la ayuda de su esposa (obviamente también mujer “ejemplar”), trabajando ella en tanto el esposo consigue empleo.
El padre del citado esposo ejemplar (por supuesto, también un padre “ejemplar”), le brinda todo el apoyo moral y comprensión, al hijo en tan difícil trance; le infunde ánimos y se conduele con él de que, aunque el le dio estudios y apoyo, la sociedad no le brinda una oportunidad justa.
La hija del hombre desempleado (obvio, hija “ejemplar”, y además la de mejor actuación en el drama), haciendo acopio de la tradición moral que indica que la Virgen escucha a los mas puros y sinceros, es iluminada con la idea de un proyecto de mercadotecnia, en el que promueve en la red la profesión y virtudes de su padre.
Como es lógico suponer, la Virgen escucha y atiende las peticiones. Y consigue un gran empleo al ex desempleado. Llenando con ello de alegría, felicidad, dicha, a toda esa familia ejemplar- Todos felices, sonrientes, agradecidos. Los tele espectadores sienten fortalecida su fe, ciertos en que la fe y el buen camino recompensan el sufrimiento.
Imagino a la clase católica (obispos, etc.) sonriendo también satisfechos de que, al fin, la T.V. transmita semejantes mensajes de esperanza, adosados con la fe en la Virgen, y en la resignación ante el sufrimiento que, tarde o temprano, pasará por obra de la fe y la lucha.
Más felices aún imagino a todos los que montaron el drama, ya que en proporción de 2 a 1 (dos tantos de comerciales, por uno de drama) vendieron tiempo aire comercial. Lo que reditúa en jugosas ganancias para la empresa televisa, y muy generosos salarios para todos y cada uno de los actores. Muy altos salarios, y lejanos a lo que su público sueña y aspira conseguir algún día, con todo y su recién fortalecida fe.
Casi en automático, la gente común saldrá mas tarde a alguna tienda, y comprará algo de lo que se anunció durante la transmisión de “la rosa de Guadalupe”. Y difícilmente creerá que la Virgen ayuda en verdad de aquella manera; por lo que no es de mayor interés para ellos ser una gente “ejemplar”.