Pues en realidad es complicoso el asunto. Parte de mi forma de ser, de mi filosofía digamos, es que primero estoy yo, luego estoy yo y después estoy yo. No importa lo que haya que hacer, decir, ver, oir o callar, siempre busco la manera de que el resultado de lo que haga, me beneficie a mí y sólo a mí!
Si, incluso mentir, si es para beneficio propio!
Ahora bien, el asunto de los hijos. Como no tengo hijos, no podría opinar, pero aún así lo voy a hacer bajo el supuesto de que llegaré a tener hijos en el futuro.
Seré el responsable de mostrarle a mis niñ@s lo que es bueno y lo que es malo, pero hasta ahí llega el alcance de mis actos, no podré obligarlos a elegir, la elección es suya. Obviamente les enseñaré que primero está él/ella, luego el/ella y después el/ella, y que si es necesaria la mentira para lograr el objetivo, pues vamos con la mentira, porque es solamente una herramienta para llegar a donde se quiere. Tendré que hacerles ver que la mentira es mal vista en la sociedad, y principalmente, que la mentira tiene sus implicaciones y que si lo hace, aténgase a lo que venga!
Como anécdota y ya para cerrar. Siempre que se habla "moralmente" sobre la mentira, me viene a la cabeza La Iliada y La Odisea. A Ulises lo alababan los demás reyes porque era un gran mentiroso, ser mentiroso era su virtud y fue lo que le hizo grande. Fue la principal herramienta que le permitió volver a su Itaca añorada después de 20 años!
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.