Mis conocidos dicen que de joven sólo tengo la cara, que mi forma de ser es propia de un par de siglos atrás. Creo que exageran, porque me siento familiarizado con el vocabulario contemporáneo: Está bien sentirse varonil, pero hablar de un metro es una exageración burda.

Hablando en serio, el metro sexual es un moderno Casanova, que eso sí, se sirve de técnicas diferentes, se concentra en su apariencia más que en los modales o el trato.