Saludos Muertito.
Me parece que en tu escrito hay algunos errores. En primer lugar, Luz y fuerza solo suministraba el servicio al valle de México y cuatro o cinco estados mas (entidades federativas); no a todo el país. Esos estados son Hidalho, Morelos, Puebla, Estado de México y el D.F. El organismo encargado de la producción y distribución de energía eléctrica es la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ya sea de manera directa o a través de subcontratos o contratos de obra pública.
De ahí en adelante, me parece que los errores en tu texto son involuntarios, debidos a la desinformación en que se tiene sumido al pueblo mexicano; o para ser más precisos debido a la información tendenciosa que recibimos.
El conflicto Luz y Fuerza – Gobierno Federal, es una guerra de mafias. Por una parte la mafia partidista, la de ultraderecha en este caso representada por el P.A.N. y su representación en turno en la presidencia y la mayoría legislativa. Por otra parte, la mafia burocrática y sindical, un Franquenstein más de tantos que las mafias partidistas tradicionales (PRI, PAN, Etc.) han “construido”; pero que de momento y en particular, choca con los intereses del PAN.
El resto es solo gente satélite, de esa que es necesaria para que una guerra funcione: carne de cañón y soldados de tal y cual bando. Por supuesto, es una guerra de baja intensidad.
Para comprenderlo mejor, hablemos de un trabajador de empresa privada (los que en este país están totalmente desamparados). Si uno de esos trabajadores pertenece a una empresa que, por la razón que sea, se declara insolvente o en quiebra; el único derecho del que goza ese ex empleado es a una liquidación conforme a derecho. No puede pelear más que eso, ni reclamar por un futuro quebrado de súbito; ni porque no se le consultó o notificó de la situación de la empresa. Simplemente le dan su dinero y las gracias; debe marcharse.
¿Por qué habría de ser diferente con un empleado federal? ¿Porque goza del favor de un sindicato que tiene cierto peso específico político? A mi juicio, o todos coludos o todos rabones, no tiene porqué aplicarse diferente la ley entre empleados públicos y empleados privados.- todos son humanos y ciudadanos iguales, y merecen el mismo trato. Eso lo dice la constitución Mexicana.
En lo que te concedo la razón es con respecto a las marchas y manifestaciones que afectan a terceros. Me parece que en ese aspecto las autoridades correspondientes son blandas; la prioridad la tienen las mayorías, sobre todo si el derecho les asiste. La constitución concede el derecho a la libre expresión, mas no el derecho a coartar el derecho ajeno al libre tránsito por las vías públicas; y esto no es una contradicción.- he aquí el ejemplo: si un grupo de gente se manifiesta y expresa libremente dentro del estadio Azteca, a nadie afectan con ello; estarían ejerciendo su derecho a expresarse en pro o en contra de tal o cual cosa, y no afectan a terceros. Los medios de comunicación masiva tendrían todo el derecho de asistir a recoger y divulgar opiniones.
Pero si esa manifestación es en la vía pública, estarán coartando el derecho al libre tránsito de la gente ajena a su conflicto político, laboral o el que sea que los tiene en pugna. Y la autoridad local o federal tiene la obligación de restablecer el libre tránsito, obteniendo el derecho de suspender de momento aquella libre expresión que se estaría ejerciendo en el lugar equivocado. ¿Está claro?.
Con respecto a esa serie de preguntas que haces en el cuarto párrafo de tu texto, si analizas lo que te he explicado, obtendrás por razonamiento la respuesta a la mayoría de ellas.
No olvides que en situación igual o peor están otros sindicatos, otras empresas estatales o para estatales; sólo que aquellos y aquellas de momento no están en conflicto con los intereses del partido en el gobierno, en el poder y al mando en los medios de comunicación masiva.
Te sugiero no tomes partido; sino que simplemente exijas tu derecho ciudadano al libre tránsito, a la información verídica; derecho también a que la autoridad ejerza sus funciones con apego a derecho, y no como mercenaria de los poderosos en turno. Y por cierto, también elige y ejerce tu derecho a la libre expresión sin afectación de terceros.
Saludos de nuevo.