La homosexualidad es, sin duda, un fenómeno desconcertante, especialmente para los propios homosexuales, que ven cómo su propia naturaleza les pide cosas que, aparentemente, van en contra de la lógica y la razón.
Y digo bien, "aparentemente", porque la Naturaleza no se guía por la lógica ni la racionalidad. Sencillamente, somos una máquina biológica, resultado de millones de años de evolución y adaptación al medio que nos rodea. Alguna de esas adaptaciones puede parecernos que no tiene sentido, pero tal vez tenga una explicación y un motivo de ser como es.
El hecho es que la homosexualidad no se da sólo en los seres humanos. También hay animales homosexuales. De hecho, las investigaciones más esclarecedoras sobre la homosexualidad se están llevando a cabo sobre animales, ya que éstos manifiestan su instinto libremente, y no se encuentran condicionados, en principio, por ideas o prejuicios, por el ambiente y la educación más o menos restrictiva que hayan recibido.
Concretamente, me gustaría citar un estudio que se ha llevado a cabo en la Oregon Health and Science University (OHSU), por parte de un grupo de científicos liderado por el señor Roselli.
Es conocido desde hace tiempo que un porcentaje nada desdeñable de los carneros (entre un 8 y un 10%) son exclusivamente "gays" , mientras que entre un 15 y un 30% serían "bisexuales" o "asexuales").
Esto no tendría mayor importancia si no fuera porque los carneros sólo se crían para inseminar a las ovejas...
Resulta que los carneros gays no manifiestan sus preferencias hasta que son mayorcitos, y hasta ahora no se ha encontrado ningún rasgo externo (algo así como "pluma") que permita detectarlos precozmente.
Criar un carnero es costoso, y los criadores prefieren tener garantías de que, a final, no les saldrá homosexual o asexual.
El señor Roselli propuso hace ya unos años (1.999) estudiar el sistema endocrino de los carneros, con vistas a comprender el motivo por el que un número tan considerable de ellos era "gay", y así poder detectarlos precozmente o "reorientarlos" mediente "terapias" (suponiendo que la orientación sexual era consecuencia de un "déficit" de hormonas que podria ser tratado) (1).
Aunque los intentos de producir cambios en la orientación sexual de los carneros mediante tratamiento hormonal fracasaron, no todo fue un fracaso en este trabajo.
De hecho, una de las conclusiones más notables del trabajo de este equipo de investigación es que la homosexualidad de los carneros está basada en fenómenos estrictamente biológicos (2 y 3).
Esto hace a este estudio interesante, y sus datos extrapolables con más facilidad que los estudios realizados en humanos mediante el método de las encuestas, y demuestra hasta qué punto son poco fiables las encuestas en las que se pregunta sobre temas "sensibles" (datos económicos, vida sexual e ideología, por ejemplo).
El caso es que, según parece, la explicación a este fenómeno tan desconcertante de la homosexualidad animal (y, por ende, humana) podría estar en un trocito del hipotálamo, una parte del cerebro primitiva dedicada a labores tan básicas y ligadas con la supervivencia como el hambre, el sueño, la temperatura corporal, ciclo menstrual femenino, la espermatogénesis masculina, comportamiento sexual... etc (4). Este trocito, denominado "núcleo dimorfo sexual", es diferente en machos y hembras (por eso se llama así).
Normalmente el núcleo dimorfo sexual de los machos está más desarrollado, por efecto de los andrógenos que el feto produce. El trabajo de los investigadores mostró una relación entre la preferencia sexual de los carneros y el grado de desarrollo de esta zona del cerebro. Los carneros "gays" tenían un desarrollo similar al de las hembras.
Esta parte del crebro, al igual que otras muchas, se desarrolla durante la gestación, y es influida por el "ambiente hormonal" dentro del útero. Así que hay ovejas que, en ciertas condiciones, son más proclives a tener carneritos "gays".
Aunque la ciencia es neutra, sus aplicaciones no lo son. Un descubrimiento de este tipo (y los que se deriven de él) podría tener consecuencias importantes sobre la forma en que organizamos algo tan importante como es la sexualidad y la reproducción (5).
Siendo la homosexualidad un fenómeno biológico, resulta aparentemente desconcertante, desde el punto de vista de la teoría de la evolución, que esta característica no sea "eliminada" del mapa en unas cuantas generaciones.
De hecho, un cálculo de probabilidades sencillo muestra que una característica que disminuya la probabilidad de tener descendencia en sólo un 5% es teóricamente eliminada del mapa genético en apenas 40 generaciones.
¿Por qué, entonces, sigue habiendo animales (y humanos) homosexuales?
Una investigación de la Universidad de Padua (6), que probablemente también conozcan, parece arrojar algo de luz sobre el asunto.
Investigadores de esta universidad han estudiado el árbol genealógico de 98 hombres homosexuales, 100 heterosexuales y alrededor de 4.600 de sus parientes.
Este estudio ha encontrado diferencias significativas en lo que a fertilidad de las mujeres familiares de homosexuales se refiere, especialmente las parientes por el lado materno.
Los investigadores compararon la incidencia de homosexualidad en las familias de la madre y del padre.
Entre los parientes de los hombres gay se detectó una mayor incidencia de homosexualidad en la línea materna, así como mayor fertilidad entre las mujeres de dicha familia.
Asimismo, el estudio halló que el interés sexual prematuro, antes de los 10 años, también es un indicador de homosexualidad.
En palabras de los propios autores: "No podemos seguir diciendo que es imposible que exista un gen que influya sobre la homosexualidad, porque hemos descubierto que los genes pueden tener diferentes efectos en dependencia del género," concluyó Camperio-Ciani.
De hecho, se cree que esta tasa mayor de fertilidad "compensa" la menor fertilidad masculina de dichas familias.
Quizá la Naturaleza esté decidiendo entre calidad y cantidad (7). Quizá la homosexualidad no sea más que un mecanismo natural de control de la población.
De hecho, otro fenómeno observado es que la probabilidad de que un hombre sea homosexual aumenta rápidamente con el número de hermanos mayores que tenga de la misma madre (8).
Esto parece indicar que la homosexualidad se origina en el vientre materno y afecta especialmente a los hijos que tienen hermanos mayores, ya que como consecuencia de embarazos anteriores, el útero de la madre desarrolla anticuerpos contra las proteínas masculinas que afectan al embarazo de un nuevo varón.
Las familias numerosas serían, así, penalizadas por la Naturaleza en forma de una mayor tasa de prevalencia de homosexualidad masculina.
Resumiendo, y para concluir:
1.- Es una evidencia científica que la orientación homosexual es un fenómeno biológico no exclusivo de la especie humana(300 especies animales practican la homosexualidad), con lo cual cabe excluir la posibilidad de que sea un comportamiento aprendido, una "perversión" o cualquiera de las explicaciones dadas hasta ahora, que asumen que es un comportamiento adquirido y, por tanto, modificable.
2.- Las investigaciones más recientes, parecer relacionar la orientación sexual de un indivíduo con el grado de desarrollo de una porción del cerebro situada en el hipotálamo, una región del cerebro primitiva dedicada a labores tan básicas y ligadas con la supervivencia como el hambre, el sueño, la temperatura corporal, ciclo menstrual femenino, la espermatogénesis masculina, comportamiento sexual... etc.
3.- El desarrollo de esta región del cerebro es potenciada por la presencia de ciertas hormonas en el útero materno durante el embarazo, cuyos niveles "anómalos" podrían explicar la homosexualidad (de hecho, esta es la hipótesis sobre la que están trabajando la mayor parte de los investigadores).
4.- Por tanto, si la orientación homosexual queda "programada" en el cerebro antes de nacer, hay pocas posibilidades (por no decir ninguna, al menos hoy en día) de que pueda ser modificada con posterioridad, una vez que el cerebro ya está desarrollado. Al menos, esta es la experiencia de la inmensa mayoría de las personas homosexuales. El interés por las personas del propio sexo no desaparece nunca.
5.- El mecanismo por medio del cual se produce este fenómeno, al igual que cualquier otro mecanismo biológico evolutivo, supone de algún modo algún tipo de ventaja para sus portadores (de lo contrario, habría desaparecido hace mucho tiempo). Se cree que, en la especie humana y probablemente en otras especies, este mecanismo tiene un efecto potenciador de la fertilidad en el sexo femenino, lo cual explica que no desaparezca con el tiempo.
6.- De modo que la Naturaleza no está pidiendo a los homosexuales que hagan cosas en contra de la lógica y la razón. Son una lógica y razón "estrechas" las que no alcanzan a comprender las verdaderas causas del fenómeno homosexual. La orientación homosexual no es más que una consecuencia de una adaptación que, aunque puede parecernos que no tiene sentido, tiene una explicación y un motivo de ser como es.
7.- Como consecuencia, no parece prudente crear expectativas falsas a los hombres homosexuales e intentar que dejen de ser lo que realmente son. A día de hoy no se conoce ningún método que permita cambiar la orientación sexual de una persona.
No llamemos ex-homosexuales a las personas que deciden ignorar su orientación y forzarse a vivir una vida afectiva heterosexual.
8.- Por último, siendo la homosexualidad una característica de origen biológico, urge tomar medidas contra el discurso y la práctica de una sociedad homófoba e intolerante que se ceba en una minoría indefensa que no tiene la posibilidad de elegir su condición.